Aumento de precios en carne, frutas y verduras sin control en el interior
El precio de la carne se dispara en el interior de la provincia. La merma de frutas y verduras disparó los precios. El asado llega al mostrador con subas que superan el 90% respecto del mismo período de 2009 a diferencia de Capital y Conurbano donde hay acuerdos con Guillermo Moreno.
La indignación está a punto de estallar en las ciudades del interior bonaerense. El consumo de carner rojas, frutas y verduras pasó a ser prohibitivo salvo en las grandes ciudades donde la presencia de super e hipermercados favorecidos por los acuerdos por la Secretaría de Comercio Interior pueden realizar ofertas.
Pese a que muchas localidades pertenecen a cuencas productivas importantes tanto lecheras, lácteas, ganaderas o de mutlticultivos, los precios los fija el proveedor. "Lo querés te lo dejo, no lo querés lo llevo porque no hay", dijo ayer un importante distribuidor de carnes ante la consulta de La Noticia 1. El comerciante explicó que ante la escasa cantidad de medias reses disponibles no hay más remedio que trasladar los costos al cliente aún "resignando la ganancia". El hombre comparó sus precios con el de frutas o verduras y puso un ejemlo contudente: un kilo de limones cuesta entre 8 y 12 pesos, "la fruticulrura murió y la que hay se va al exterior", agregó.
En el caso de una carnicería cuyo dueño también se dedica a la cría de animales a mediana escala la explicación fue al centro del conflicto entre campo y gobierno: "No hay vientres, no hay madres para parir terneros y eso lleva ya cuatro años. Todo es mejor para los que tienen los feed lot, ellos tienen la plata del gobierno, pero para nosotros va cada vez más compicado, conseguimos de a puchitos y todavía ni llegamos al pico de los aumentos", sostuvo en consonacia con los recientes dichos de Schiaritti, completó el comerciante que pertenece a la cuarta generación de una familia dedicada al rubro ganadero.
El pescado que debería ser la carne de consumo más barata e imprescindible en una dieta saludable se exporta en un 90% y un kilo de merluza se cotiza a 25 o 28 pesos. El pescado de río que era el sustento de muchas ciudades ribereñas tampoco es la excepción pese a que la venta sea más directa: hay que hablar de al menos 15 pesos y es difícil de conseguir.
No obtante la diferencia de precios se nota según la dimensión de las ciudades. En un relevamiento efectuado en ciudades de distinta densidad el kilo de asado, la pulpa de milanesa y el pollo oscilan con importantes diferencias.
En Mar del Plata el asado de costilla cuesta $ 24,90, en Bahía Blanca baja a 19,50, San Nicolás cotiza a 30 pesos y comparando con otras provincias en Paraná, Entre Ríos el corte preferiso se ubica en 25,80 pesos y en Rosario (pegado a San Nicolás pero en provincia de Santa Fe) se vende a 34,90.
Lo mismo sucede con el pollo que se establece según las mismas ciudades entre $ 7,90 en Rosario a 9,90 en San Nicolás. El precio pormedio en las localidades consultadas supera los 8 pesos.
La carne para milanesas tiene suerte más dispar en Bahía Blanca por ejemlo se pagan solo 16 pesos, mientras que ne Mar del Plata cuesta $ 26,90 y en Rosario 34,90. "Hay que caminar, señora", decía la famosa Lita de Lazzari sin comprender que en el interior sobreviven a duras penas los pequeños comercientes y la radicación de supermercados e hipermercados está absolutamente regulada y prohibida. Un ama de casa debería recorrer 30 o 40 kms. para llegar a una ciudad vecina.
Con otra responsabilidad en el tema, el Secretario de Comercio Interior, Guilermo Moreno debería observar con atención la escalada imparable de los precios en los lugares donde "la canasta básica" que acuerda con supermercados chicos o grandes cadenas hipermercadistas nunca llega al ciudadano común que depende de su salario o de la percepción de subsidios del estado.
En zonas de profundas sequías y de inundaciones la población está acostumbrada a convivir con los productores y ha visto cruzar las vacas raquíticas de la zona de islas o el sacrificio de vientres para dar lugar al paso de la soja; el "yuyo" que trae disvisas frescas al tesoro y ahoga a los trabajadores.
Hoy se darán a conocer los índices oficiales de inlfación, la gente ya los siente en el bolsillo imaginando los costos del inicio de las clases en Marzo.