#Camalotes #Yararás #PuertoMadero #MenosPeriodismo
Informes de cabecera de noticieros, caras de asombro, exhibición de ignorancia, falta de preparación y títulos absurdos, formaron parte de la propuesta informativa que olvidó las inundaciones con familias que aún no recuperaron sus casas, el dengue, la leptospirosis, las dermatitis, afecciones respiratorias y mordeduras de víboras en decenas de ciudades ribereñas. Los camalotes de Puerto Madero huelen mal.
Con o sin ley de medios, la torpeza informativa sigue escalando a niveles peligrosos. En plena temporada de peligrosas inundaciones que ahora azotan la ribera norte de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, las aguas que corren por el mismo río Paraná que se llevó casas, pertenencias y producciones en decenas de ciudades del interior del país ahora se traducen en dramáticos olvidos con las cámaras apuntando a Puerto Madero.
La exacerbación de la ignorancia siempre es evitable sobre todo cuando es masiva. En una estación de servicio, un bar o una vivienda la pantalla de TN, C5N u otro canal de noticias es más que un entretenimiento para quien entre carcajadas comenta que "va a llover y por ahí, cae granizo" porque precisamente eso puede suceder en la Capital Federal. El hombre o la mujer del interior ya saben que detrás de esa nota llegará la del precio de los paraguas, las imágenes del cielo "encapotado", las recomendaciones y las bromas entre conductores de programas que exacerban la paciencia en tiempos de dengue, leptospirosis, invasión de yararás no residentes en Quilmes y otras alimañas.
Esta semana los camalotes llegaron a Puerto Madero y con ellos, el regocijo de los necios. Ni la wikipedia sirvió para ilustrar que el "jacindo de agua" se desplaza en "embalsados" y a toda velocidad por aguas dulces. Ergo, donde hay ríos o lagunas puede haber camalotes.
La invasión de yararás en Quilmes, o la sorpresa de yacarés, nutrias y arañas es propia de Billiken. Ofenden las movileras y movileros que pasan horas hablando y estirando momentos precisos y valiosos para sembrar los sistemas de prevención ante las enfermedades y plagas propias y razonables que conlleva esta y cualquier otra creciente.
Para un gran sector de la prensa que se solaza de su torpeza las inundaciones terminan cuando lo decide otra notica de tan bajo vuelo como "los vecinos que se comieron el gato en Rosario". Aquel histórico móvil que mostró un guiso de gato como novedad y muestra de la crisis económica, quedó grabada en la memoria de millones de familias que han visto y ven en la "polenta con pajaritos" la olla en la que flota mandioca con carne, la única posibilidad de alimento aún en épocas de abundancia.
Desde que las donaciones de Red Solidaria y Juan Carr abandonaron las plazas que calman la conciencia fueron trasladadas a destino para ser entregadas a los damnificados y con la cobertura del triple crimen como antesala, las horas de imágenes y conjeturas sobre el comportaiento del camalote no han hecho más que probar que el tiempo que hay que dedicarle al dengue y su mosquito vector, a las dermatitis provocadas por otros insectos que se desarrollan en sectores propicios como el Paederus que apareció en Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y la costa norte de Buenos Aires, e incluso las mordeduras (no picaduras) de yararás que han desnudado la falta de suero antiofídico en una buena parte de los hospitales, cederán ante un muerto en accidente de tránsito, el predio de la hamburguesa en Pinamar o el hashtag #Camalotes en primer plano.
Antes de la llegada de las alimañas a Quilmes, a excepción de las políticas, han tenido que transitar por un vasto recorrido a bordo de los "embalsados" (grupo de camalotes en el que se refugian y navegan los pocos bichos que sobreviven a una creciente).
"Eichhornia crassipes, llamado comúnmente flor de bora, camalote, jacinto de agua común, tarope o tarulla, es una planta acuática de la familia de las Pontederiaceae. Es originaria de las aguas dulces de las regiones cálidas de América del Sur, en las cuencas Amazónica, y del Plata. Es usada como planta medicinal, fertilizante de suelos y decorativa; por fuera de su nicho original se la considera especie invasora", eso es un #Camalote.
Es hora de estudiar un poco, conocer los recovecos de todo el país y dejar de hacer gala de una ignorancia que pega duro en el pecho de un ciudadano que por sólo vivir a más de 30 kilómetros de la Capital Federal es un extranjero. Esa es la grieta que los medios no hemos logrado solucionar a la hora de priorizar el interés y utiilidad de los servicios informativos.