Torturas en la Vucetich: Dudas y acusaciones cruzadas

Carlos Ferreira, un joven de 19 años, denunció que el pasado miércoles, a sólo dos días de haber ingresado como cadete a la Escuela Juan Vucetich, fue brutalmente torturado por oficiales, que lo obligaron a permanecer 12 horas en una pileta en plena madrugada, a caminar 4 Kms. de rodillas y que, además, le clavaron agujas en las manos.

Sin embargo, sus compañeros objetaron los hechos de tortura, sosteniendo: "Nos sorprende lo que dijeron Carlos y su familia, porque en ningún momento vimos ni escuchamos algo así. Por ahí no tuvo el valor de decirle a su padre que no supo aguantar el régimen que exige la Escuela. Pero además, contó (Carlos) que extrañaba a sus seres queridos y que quería seguir estudiando".

Ésta no es la primera opinión que niega lo denunciado. Anteriormente se había pronunciado el Auditor General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Manuel Sandberg. Al respecto dijo que "no surgió ningún elemento de prueba que pudiera avalar la denuncia de tortura". Por otro lado, encargados de la guardia del Hospital San Juan de Dios, comentaron que Ferreira ingresó padeciendo una crisis nerviosa pero negaron lesiones físicas de importancia.

Mientras tanto, los familiares del joven siguen sosteniendo la acusación, a la que se sumó Roberto Cipriano García, coordinador del Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria, quien afirmó que no le quedan dudas de que el ex cadete de la Policía fue torturado. "Circunscriben las pruebas a las marcas y los golpes. Pero lo tuvieron 12 horas en una pileta, entonces las marcas se van. Por lo mismo, cuando torturan a un preso después lo duchan con agua fría, porque el agua hace que no se hinche y que las marcas se borren", explicó García.

La Justicia sigue investigando para averiguar qué fue lo que exactamente sucedió en este confuso episodio.