Ley de Medios: Tres años de violación e inacción
Pese a los anuncios, la Ley de Medios se limita a terminar con el monopolio del Grupo Clarín. Lejos del relato está la realidad de miles de radios y canales legales que aguardan el control y el cumplimiento de la norma. Martín Sabbatella al frente de la Afsca anunció varios logros parciales y Cristina Fernández de Kirchner profundizó el discurso. Una descripción sobre el descontrol.
-Opinión- por Lilí Berardi
Sin rubores, el nuevo titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, relató los avances de la Ley de Medios Audiovisuales aprobada hace tres años. Olvidó el censo de radios que el organismo dispuso para incorporar a la legalidad a quienes funcionaban sin tener una licencia o un permiso precario.
Miles de radios "comerciales" establecidas en sus territorios y en comunidades de baja densidad poblacional sufrieron y siguen sufriendo el descontrol de frecuencias y la contaminación del aire con la proliferación -ya no de radios que pertenecen a Ongs- sino de aquellas que fueron cedidas durante los últimos tres años a gestores del poder político.
Las decenas de asociaciones que apoyaron la aprobación de la ley con la esperanza de mejorar sus servicios, esperaron y esperan que en algún momento se normalicen todas las frecuencias para garantizar una comunicación plural y democrática.
El ex titular del organismo y ahora Vice Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, no logró tras la sanción de la norma encontrar mecanismos que al menos impliquen la supervisión de personal registrado en los medios de comunicacion y pocos son los que saben, que previo a la sanción, muchos titulares de servicios de comuniación pudieron saldar sus deudas con el fisco a través de convenios para la emisión de publicidad del estado.
La reglamentación de la norma tampoco apunta a la realidad territorial que indica que los radiodifusores de baja y media potencia puedan realizar sus emisiones con calidad y con el temor que el largo capítulo que estipula sanciones caiga sobre ellos.
Hay que decirlo, la nueva ley, prevé sanciones mucho más severas que la que regía anteriormente. No son pocos los legisladores y funcionarios que jamás han leído completo su texto reservado para especialistas que ahora advierten que el artículo 45 conlleva peligros para quienes con el vencimiento de su pemiso deberán indemnizar a su personal y dedicarse a otra profesión.
Cristina Fernández de Kirchner y la Afsca tienen una deuda con todos los que confiando en una nueva ley surgida de la democracia aguardaban buenas noticias para la labor que desarrollaron durante toda la vida.
A tres años de su sanción, la Ley de Medios Audiovisuales sólo se prepara con rigor para el famoso 7D. Sólo cuando termine esa batalla se sabrá cómo será el esquema de comunicaciones en la República Argentina para que nunca más sea el poder político el que negocia con los monopolios. Alguien debe revisar los números que dio a conocer la Presidenta porque en tres años, nadie ha podido saber cuántas emisoras de radio y televisión entraron en el censo.
Es un deber para los periodistas investigar estas cuestiones, porque primero se quedarán sin medios y luego sin voz.
Informe desde Caracas en 2009, una nota que en ese momento nadie quiso publicar.