Carnicero devolvió $ 200 mil que le transfirieron por error y buscó al dueño en redes sociales: "Esa plata no era mía"
Ariel Faitini recibió en su cuenta esa suma y no sabía por qué. Buscó en redes sociales quién era la persona y la encontró. Un hombre de Escobar, cliente del mismo matarife que él, por error, en vez de hacer la transferencia a nombre del proveedor lo hizo al del carnicero.
Un carnicero de San Pedro, llamado Ariel Faitini, devolvió 200 mil pesos que una persona de Escobar transfirió por error a su cuenta bancaria. “No estaba tranquilo, esa plata no era mía”, contó a LaNoticia1.com
El lunes al mediodía, Ariel trabajaba como todos los días en la carnicería cuando a su cuenta de MercadoPago le entró una transferencia de 200 mil pesos de la que no se percató hasta alrededor de las 19.00, cuando fue a ver el resultado de una venta y se encontró con esa suma.
“Me asusté, porque no sabía cómo podía haber pasado. Le pregunté a una compañera que entiende más y me dijo si no había pedido un préstamo. Le pasé captura a mi señora, estábamos asustados por esa transferencia”, aseguró. Llamó a su abogada y no sabía qué hacer. “Yo no me quería quedar con esa plata, porque no era mía”, dijo.
Se comunicó con su esposa, la enfermera Verónica Lillo, para que lo ayudara. Cuando ambos volvieron a casa tras la jornada laboral, buscaron en redes sociales a la persona que había hecho la transferencia y lo encontraron.
“Era un hombre paraguayo. Lo contactamos por Messenger y yo tenía que empezar a preguntarle sin tirarle muchas pistas, como para darle pie a que él me llegue a hacer algún cuento para que le devuelva la plata. Le dije que me hizo una transferencia y me dijo que sí, que era para mí, que se la había pasado el que me vende la carne”.
Resultó que Ramón, quien hizo la transferencia, es un hombre de nacionalidad paraguaya oriundo de Escobar que es cliente del mismo proveedor de carne que Ariel. “Hablé con el matarife porque quería devolverla sin error, él lo conocía”, relató.
“Estaba re contento y yo también, porque era un peso enorme y no quería dársela a quien no era el dueño. Quedé con Ramón de transferirla al matarife, que es donde en realidad él quería transferirla, así que el matarife también re contento, final feliz”, señaló el carnicero. “Hasta que no la devolví no me quedé tranquilo”, dijo Ariel.
Y agregó: "Él estaba shockeado, porque imaginate que es una carga importante de carne. Más mal estaba yo, porque la quería devolver. Hasta que no la devolví no me quedé tranquilo. Él creía que había hecho bien la transferencia. Yo no lo conocía, mi vendedor tampoco, sino el jefe, el matarife. Re contentos todos. Yo me siento de diez ahora".
En Facebook, su esposa, Verónica, publicó un mensaje en el que destacó el orgullo que sintió por el gesto de su marido. “Te admiro, mi amor. Por más gente así”, posteó.
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