La víctima más joven del atentado a la AMIA era un bonaerense de 5 años: La historia de una mañana trágica
Sebastián Barreiro vivía en la comuna de Tres de Febrero. Esa mañana se levantó, tomó la leche y se cambió con la ayuda de su madre, Rosa. Estaba contento porque iba a viajar en subte por primera vez.
Era 18 de julio de 1994. Sebastián Barreiro jugaba en su casa de Villa Bosch. Estaba contento porque esa mañana iba conocer el subte por primera vez mientras acompañaba a su madre, Rosa, al Hospital de Clínicas. Ya había tomado la leche y estaba cambiado para salir.
Rosa y Sebastián se tomaron la línea B de subte en Lacroze y bajaron en la estación Pasteur. El destino trágico hizo que a las 09.53 pasen por la puerta de la AMIA, en Pasteur al 600, el momento exacto que explotó.
“De pronto un ruido muy fuerte, un viento muy, muy fuerte nos levantó, y me arrancó al nene de las manos”, relata Rosa en un video que la AMIA hace algunos años.
"No podía levantarlo y empecé a gritar… Un muchacho, entró a la cuadra y agarró al nene, y se lo llevó al hospital. Esa fue la última vez que vi a Sebastián. Cada 18 de julio es otra bomba porque siguen pasando los años, y yo sigo igual que en el '94", concluyó Rosa.
Sebastián se transformó en la victima más joven del atentado que todavía está impune tras 28 años.
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