Ministerio de las Mujeres: “El objetivo final es erradicar las desigualdades pero no puede medirse solo por la tasa de femicidios”
LaNoticia1.com entrevistó a Lucia Portos del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual bonaerense. “No voy a hacerle el juego a quienes dicen que porque no podemos bajar la tasas de femicidios tenemos que cerrar el ministerio”, afirmó. La funcionaria provincial enumeró las políticas públicas desarrolladas en los primeros dos años y adelantó que tienen la intención de abrir dos escuelas de género. Apuntó contra el poder judicial por no querer adherir a la ley Micaela y reflexionó sobre el término deconstrucción.
Por Ramiro Pablo Gómez - Twitter
Desde la Subsecretaría de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual, Lucia Portos, dialogó con LaNoticia1.com sobre las políticas aplicadas en estos primeros dos años. Qué pasa con la tasa de femicidios, el feminismo argentino y el resto de los países, la cultura machista y la palabra deconstrucción, entre otros temas.
“No somos neutrales, nos planteamos ir avanzando hacia un objetivo más justo e igualitario en términos de género”, expresó.
“Las desigualdades estructurales de género se resuelven con el acceso al trabajo, la educación y la salud”, sintetizó.
- A pocos más de dos años de la creación del ministerio de las mujeres en la Provincia ¿Qué balance haces de la función de este ministerio entre la expectativa que generó su creación y la realidad de ejecutar políticas públicas sobre una temática novedosa para el Estado Argentino?
La verdad es que la expectativa generada era muchísima porque la necesidad de poder dar respuesta a las demandas del colectivo de mujeres era grande y, por supuesto, nadie esperaba encontrarse con una pandemia. Creo que hemos cumplido uno de los objetivos que era sostener e instalar una política de abordaje de las violencias por motivo de género en los 135 municipios de la Provincia. Esto se hizo a través del programa "Comunidades sin violencias" al que le destinamos un tercio del presupuesto total del ministerio. Hemos podido concretar la adhesión en 128 de los 135 municipios.
Además, trabajamos para que se empiece a cumplir con ciertas normas como el cupo laboral travesti trans y también la ley Micaela con toda la demanda que eso generaba y la poca respuesta que había tenido por parte del Estado, fundamentalmente durante la gestión de Vidal.
Esos fueron los tres ejes en lo que se trabajó en este tiempo más allá de otros cosas como el abordaje de las masculinidades. En plena pandemia armamos una línea de primera atención y derivación para varones agresores. Esto se fue convirtiendo en una política que actualmente es de promoción donde hablamos con referentes comunitarios, organizaciones de la sociedad civil, estudiantiles, juveniles para empezar a pensar las masculinidades para la igualdad.
Las desigualdades estructurales de género se resuelven con el acceso al trabajo, la educación y la salud. En ese sentido aplicamos la ley de interrupción del embarazo en la Provincia, tuvimos que armar y repensar la consejería de salud sexual reproductiva y no reproductiva. En cuanto al trabajo, el sello de igualdad y además la campaña de "oficios sin prejuicios" que busca pensar a las mujeres en el mundo del trabajo en una relación permanente con los gremios.
Hay un mapa gigante de cosas que hemos podido hacer. En cuanto a las expectativas que me preguntas, como militante feminista y política, me siento contenta de lo que hemos podido de hacer.
- Las luchas feministas no empezaron ayer, no son nuevas, pero las discusiones sobre feminismo, machismo, patriarcado, desigualdad, actualmente están más extendidas en la sociedad aunque todavía hay sectores sociales que no comprenden algunas conceptualizaciones o se resisten ante los cambios. ¿El ministerio tiene también una función pedagógica?
No, nosotras tenemos una función en términos de plantear las políticas públicas. La función pedagógica le corresponde al Ministerio de Educación a partir de la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral y otras herramientas curriculares respeto a las perspectiva de género que deben impartirse desde nivel inicial hasta niveles superiores. Además, hay un enorme trabajo de las organizaciones sociales respecto de pensar vínculos por fuera de los cánones patriarcales. Es una trabajo que excede a las políticas de nuestro ministerio aunque siempre podemos aportar. Por ejemplo con la Ley Micaela estamos siempre dialogando y respondiendo capacitaciones e informaciones. Hay otras iniciativas de educación popular que van a ver la luz en poco tiempo. La idea es abrir dos escuelas de género desde el ministerio de la Provincia que ponga a disposición recursos para quien lo demande.
- El ministerio ¿tiene los fondos suficientes para llevar a cabo sus propuestas o faltan recursos?
El presupuesto de toda la Provincia nunca es suficiente. Somos un Estado que es perdedor respecto a la distribución del ingreso por participación, es una discusión que está planteada hace muchos años. Si vemos que nuestro ministerio creció en términos presupuestarios por encima de los niveles inflacionarios. Este año estamos mejor que el anterior. El gobernador Axel Kicillof nos apoya porque siempre que le hemos pedido apoyo extra lo hemos obtenido y eso también es para destacar.
- Este año lleva dos meses y hubo por lo menos 54 femicidios a nivel nacional. Se estima que muere una mujer cada 30 horas y esa estadística no baja aunque hayan incorporado el ministerio de las mujeres. Para que se entienda la pregunta voy a hacer una comparación un poco injusta quizás. Si la inflación no baja, el ministerio de economía no cumplió con sus objetivos. Si los femicidios no bajan ¿se lo puede cuestionar al ministerio de las mujeres o no es así?
Una cosa es una política focal como la inflación y otra un fenómeno estructural como el femicidio o como el desempleo pero no sé si el desempleo no baja es adjudicable al ministerio de trabajo o al de la producción o es por una política de un gobierno o si incluso no es adjudicable a una política en general. Lo mismo sucede con los femicidios. Es difícil pensar una solución puntual desde una sola cartera para un problema que es estructural y que es el síntoma de una relación desigual. A mi lo que me parece importante es poner en valor la decisión de un Estado de mirar la problemática a los ojos y además plantearse políticas desde una posición. Si el estado no tiene ninguna política pareciera que está resignado a que las cosas sigan igual. Hoy nosotros tenemos una política, no somos neutrales, nos planteamos ir avanzando hacia un objetivo más justo e igualitario en términos de género. Después medir una política pública cómo éxito y fracaso me parece términos super capitalistas, donde el único objetivo del estado es la eficiencia y nosotros no somos liberales, somos del movimiento nacional y popular y, por lo tanto, herramientas de fortalecimiento, de empoderamiento, de organización política para las compañeras de la Provincia, nos parece que también son medidas que se hacen para ir hacia el objetivo final que obviamente es erradicar las desigualdades de género que no puede medirse por un único numero como la tasa de femicidios. Es necesario plantear respuestas creativas y novedosas frente a esto pero no voy a hacerle el juego a quienes dicen que porque no podemos bajar la tasas de femicidios tenemos que cerrar el ministerio de las mujeres.
- ¿De quien es la responsabilidad cuando no es respetada una perimetral o cuando se entregan botones de pánico, pero atrás no hay una estructura humana que haga que esa herramienta sea eficaz?
Me parece que hay que apuntar al poder judicial. Recordemos que el poder judicial argentino es el único de los tres poderes del estado que no quisieron adherir a la Ley Micaela. Todo lo que pasa en el poder judicial es una confirmación del status quo. Después cada distrito tiene una mesa local de abordaje de las violencias donde se brindan las responsabilidades más territorialmente.
- Cuál es la argumentación por la que el poder judicial no aplicó o aceptó la ley Micaela
Entiendo que la argumentación es la independencia del poder judicial que es una garantía constitucional pero tendrán que hacerse cargo y rendir cuentas a la sociedad.
- Somos adelantados en el mundo en materia de derechos humanos gracias a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y a las políticas de estado que se lograron imponer. En términos de feminismo ¿Cómo está argentina a nivel global?
El movimiento feminista argentino abreva esa historia, la de las madres y las abuelas que no casualmente son mayoritariamente mujeres. Gracias a que se pusieron al hombro una lucha histórica por la memoria, verdad y justicia es que nosotros hoy podemos entender al patriarcado y por dónde va la lucha. La marea verde, la interrupción voluntaria del embarazo, no implica que tengamos un mejor feminismo o uno peor que otras regiones. Hay otros países que tienen ministerio de las mujeres y otros que no. Las comparaciones son odiosas y no me gusta decir que el feminismo argentino hace punta porque me parece que invisibiliza a muchas otras compañeras que están peleando en otros territorios pero si hay un movimiento nutrido desde el campo popular que ha crecido al calor de políticas de distribución como en los gobiernos de Néstor y Cristina y me parece que esa masividad nos pone en un lugar distinto del resto de Latinoamérica.
- La cultura machista atraviesa la vida entonces también se ve plasmada en el arte. Si vamos veinte años atrás no se salvan las canciones de Luis Miguel, ni Maná, ni muchos otros artistas cuyas letras eran escuchadas y cantadas sin ningún tipo de cuestionamiento por hombres y mujeres. En los programas de TV pasaba lo mismo. Rompeportones, VideoMatch, Pone a Francella, etc. La hegemonía cultural ¿sigue siendo ampliamente machista? ¿Estamos lejos de modificar las viejas estructuras?
Pienso que la cultura refleja el estatus de la discusión a nivel social. Hoy está puesta en tela de juicio cierta producción cultural y se la mira con los ojos respecto de cómo retrata las relaciones de género a nivel social. Yo he cantado canciones de Luis Miguel y también son productos culturales. No creo en la cultura de la cancelación sino que promover el debate y las expresiones nos hace darnos cuenta en qué estado de situación estamos y apostar a nuevos productos culturales significa una inversión social y, fundamentalmente, una inversión por parte del Estado. Es la tarea que tenemos hacia delante.
- Según tus palabras ¿Qué es decostruirse?
No soy muy fan de esa palabra porque me parece que nos pone en un lugar al que parece que hay que llegar. El deconstruido pareciera ser como una meta y siguen siendo términos neoliberales y capitalistas. Prefiero que se entienda como un proceso de reflexión profunda de las practicas para reconocer dónde están los privilegios de cada uno de nosotros y tratar de pararse en un lugar ético y político de construir con otres. Me parece que a los varones los interpela particularmente para mirarse y reflexionar respecto a sus prácticas individuales y colectivas para convertirnos en una sociedad más justa.
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