Tito Verenzuela: “Cuando terminé de tocar en River, al rato estaba solo, drogado y sintiéndome un perdedor”
La Bersuit Vergarabat cumple 30 años de trayectoria y los festeja con una gira mundial con un repertorio “De la cabeza “que reúne lo mejor de sus 13 discos de historia. Con esa excusa, desde La Noticia1 nos juntamos con “Tito” Verenzuela, guitarra principal, cantante y compositor de la banda ícono del rock nacional, para charlar no sólo de música sino también de política, drogas, los miedos, el chanta argentino y el éxito.
- Por Gabriel Dávila - > Instagram <
Alberto Verenzuela se unió a la Bersuit en 1996- En la grabación del disco “Don Leopardo” - y se transformó de forma inmediata en parte fundamental, no sólo de la banda sino de la historia reciente de la música latina.
Talentoso, comprometido e irónico es dueño de un estilo propio que mezcla poesía, crudeza, política y barrio al mejor estilo Roberto Arlt y es quizás ese toque de sinceridad obscena que caracteriza a la banda.
Fisurar, Porteño de ley, Zizizi, A destiempo o Cargamos son sólo algunos de los ejemplos. Las canciones de Tito suelen regar de verdades incómodas el aire en cada presentación.
Él no se esconde atrás del pop aguado ni del rock vacío de contenido, “El mariscal” es sin lugar a dudas una de las mentes más poderosas de la escena cultural argentina y todo lo que los tibios detestan y las calles gritan.
Bersuit fue siempre una banda rupturista, que buscó provocar, mover estructuras. Pienso en canciones como La logia, Perro amor explota, o Se viene, sólo para poner algunos ejemplos, ¿se puede seguir moviendo esquemas después de 30 años de carrera?
Obvio que se puede. El hecho es que mientras existan conservadores, cínicos de mierda, neoliberales caducos y obsoletos, putos del orto y estructuras putrefactas que no tienen asidero en nada que se relacione con el corazón, siempre vamos a estar con la mirada atenta para incomodar.
Siempre va a haber canciones, va a estar la posibilidad de romper esquemas, siempre vamos a tener una mirada irónica y desestabilizadora de esos fantasmas fofos que pretenden ser esas pautas culturales y sociales que te alejan de lo real.
Esa es la manera en la que sembramos nuestra semilla, con esa intensidad vivimos siempre y vamos en búsqueda de la lucidez, por eso digo: ¿Cómo no vamos a seguir escribiendo? Eternamente va a haber material para devastar esos pensamientos hediondos de “Doña Rosa”.
En eso la banda conservó una postura a lo largo de los años, nunca fue indiferente a los movimientos sociales y políticos que pasaban en el país y la región.
Es que no somos ajenos a lo que pasa alrededor. Tenemos una posición cada uno y entre todos. No todos tenemos la misma ideología, pero todos somos personas con corazón, sensibilidad social y antes que nada pibes de barrio. Por ahí un poco más leídos, un poco más instruidos pero pibes de barrio.
Somos artistas. Entonces alguien que tiene realmente corazón, que tiene sensibilidad que tiene cierta cultura y a la vez calor del barrio, nunca va a estar a la Derecha, eso es lo que yo pienso.
Yo escucho cada cosa que me parece increíble, sin querer ofender a nadie. Se dicen artistas y dicen que los piqueteros o las personas que reclaman quieren flan y yo eso no lo puedo creer; no digo que esté mal, digo que no lo puedo creer.
La Bersuit fue una banda que desde lo discursivo en 30 años muchas veces retrató la situaciones del país, representó un imaginario colectivo, y principalmente os en tus canciones, (pienso en Porteño de Ley y ese chanta bien típico argentino de los noventa) ¿crees que fuiste por ahí la voz de una época o eran solo cosas internas que tenían que ver con un contexto pero sólo como parte del paisaje?
Mis canciones las suelo ver como espejos. Y es verdad que está lo personal y a la vez está lo social. Por un lado está lo personal y el cuadro del personaje. Porteño de ley es un psicópata. Un porteño no siempre tiene que ser de Buenos Aires, yo nací en Venezuela y soy porteño de ley, fui porteño de ley durante muchos años.
Y eran los 90, era el vivo de los 90
Y eran los 90, yo particularmente lo vivía en la calle. Yo era el vivo, el que estaba en carrera, el bardero, el que trata de sacar siempre una ventaja “Ehh amigoo, está todo bien, olvídate” y lo veía en mucha gente. Una vez me acuerdo el manager de la banda me dijo: “Quédate tranquilo, va a estar todos bien”” Y yo en la calle era así con otros.
“Quedate tranquilo”, está todo bién”, la parte chanta, vende humo que la tenemos todos, yo la tengo hoy por hoy, aunque la esté laburando, es un retrato de una personalidad que está arraigada en la raíz profunda del sentir porteño. A Des tiempo es otra canción que yo veo como un reflejo de las cosas que veía en la sociedad ¿A quién no le pasó que un día no te salga una?
Está bueno que lo marques, porque “A des tiempo” es otra canción tuya que marca el espíritu bersuitero como ninguna, el seguidor de la Bersuit se suele ver reflejado en ese aspecto de perdedor, del anti héroe , del que no se siente cómodo en su contexto. Después la banda se volvió muy exitosa y parecía alejarse de aquella imagen. ¿Como fue reconstruirse para no olvidarse de la esencia de la banda?
Es que el éxito no siempre es el reflejo de cómo se siente uno. Nosotros tocamos en River y yo estaba en consumo por completo y me puse a tocar después del recital y a consumir y a festejar y después terminé solo, lleno de tristeza y dolor mirando una perilla, sintiéndome un perdedor igual. No siempre el éxito grupal está ligado con el éxito que se lleva cada uno a su casa.
Por ahí en el escenario pareces que sos Superman pero después te bajas y te tenés que sostener. El éxito primero tiene que ser personal y después lo llevás al escenario porque sino, no se sostiene.
Yo no lo sostengo, yo puedo hacer diez River y un día me dejó mi novia y me voy al bombo y me voy de gira siete días y aparezco muerto y por fuera puedo parece súper exitoso.
¿Hoy disfrutas estas cosas qué antes no podías?
Muchísimo. Antes, no lo podía terminar de disfrutar, hoy por hoy sin la necesidad de tocar en River, lo disfruto diez veces más de lo que disfruté el pos River .
Yo creo tiene que ver con la madurez emocional que hace que cada vez aprendamos más, disfrutemos más y valoremos más.
La felicidad no es algo duradero, son momentos, y hay momentos en que estamos tocando que somos felices y después está el resto, lo económico, los premios y demás pero lo espiritual es todo una lucha y es heavy realmente confrontar contra nuestro peores demonios que somos nosotros mismos: el ego, el personaje, toda la parte artificial del Ser, esa parte que intenta tapar todo lo que somos nosotros mismos.
Y en cuanto más sea yo mismo y más me enriquezca con los otros, más crece la banda como puente emocional y ahí está el éxito, el tema es sostenerlo y evolucionarlo.
¿Y el rock no necesita, esa lucha interna con uno y a veces hasta perderla?
Puede ser. Por ejemplo yo, si me hablás de mi, yo estoy en una crisis constante conmigo mismo. Tito es mi personaje por ejemplo, el personaje es una cosa y el verdadero ser es otra . Es una crisis constante. El personaje te tira al bombo es el que me pasa de verme como el peor, a el mejor en un segundo , el que reparte culpas o se las queda toda para él, ese es el personaje y el Verdadero Ser es el que busca sus ilusiones, sus proyectos y esas visiones están en conflicto interno constante.
En la Revuelta (2012) vos escribís una canción llamada “Cargamos” que es una especie de resumen de los últimos 30 años de historia argentina, le hubieras agregado nuevas estrofas, teniendo en cuenta la actualidad socio cultural del país?
Si claro, esta realidad que se está viviendo hoy por hoy, pero la parte final seria la misma. Mientras la izquierda no se una, mientras lo que pensamos parecido no nos unamos esto no puede terminar bien.
Pero yo tengo que hacer mi parte, para empezar estar bien, lúcido, creativo, intuitivo, mentalmente y espiritualmente evolutivo, para poder hacer algo por los pensamientos que van para ese lado, mientras tanto yo no creo en el reinado absoluto del “librito abajo del brazo”, no creo que las cosas tengas una sola forma de hacerse, mientras tanto hay que ir buscando variantes.
¿Como ves haber llegado a tres décadas con la Bersuit y ser una de las bandas más longevas del Rock Argentino?
Lo veo con orgullo, alegría y con cierta nostalgia: cuando recuerdo la época en la que no importaba nada y subíamos al escenario solo a tocar y ser felices ahí aparecen recuerdos de momentos increíbles, de personas, viajes, lugares, cuando uno era más joven y más ingenuo, y mucha esperanza, porque pasaron 30 años pero hoy estoy vivo, justo ahora. Y ¡junto a mis amigos!! ¡El desafío es lo que haga ahora!.
El desafío es saber que pongo yo entre el mundo y lo que dispara mi cabeza, que principios espirituales pongo, que acción tomo o no, que riesgo acepto o no, y yo voy por todo, siempre.
¿Y después de estos festejos por los 30 años, que esperan el futuro?
No sé. Vendrá lo que tenga que venir. Yo no espero nada, pero pongo todo lo que puedo, porque me parece que hay Bersuit para rato
¿Para rato?
Si, ¡!para rato!!