Vecinos de Salto, Arrecifes y Pergamino ante el caso Pomar
El territorio que fue escenario del accidente de los Pomar es señalado desde hace años como "ruta de la muerte". Así lo consignan todos los medios de la zona.
"Todos los días un accidente" dicen los periodistas de Arrecifes, Rojas, Capitán Sarmiento, Salto y Pergamino. Las víctimas que reportan los medios locales en los primeros seis meses del año contando sólo heridos son más de treinta y siete son los muertos de Enero a Junio.
"Con los Pomar" aumentamos las estadísticas, aseguran frente a la profusa información que ofrecen los medios nacionales en medio de conjeturas que a los lugareños les resultan extrañas.
Tampoco las movidas políticas lograron acallar a los vecinos que por todas las vías locales se expresaron a través de mails, mensajes de texto y llamadas a las radios.
"Propongo que renuncien todos" dijo Romina en un mensaje a un portal de noticias.
Tomás Conticello, vía mail fue más allá: "Lamentablemete como es de público conocimiento encontraron muerta a la familia Pomar al costado de la ruta 31 a 55 km. de Pergamino. Cuántas hipotesis, cuántas mentiras, cuánta gente inoperante en lugares que no les corresponden, cuanto periodismo amarillista. Al margen de este desenlace que parace hecho adrede para masacrar durante 24 dias a familiares y amigos nos encontramos nuevamente con otra vida mas que se cobra una ruta y me vuelvo a preguntar cuantas vidas más se tienen que cobrar las rutas para que se pongan a laburar con la Autopista.
PROPONGO UNA JUNTADA EN EL PEAJE LA ARENA EL DOMINGO 20 DE DICIEMBRE PORQUE LAMENTABLEMENTE, HABLANDO NO LLEGAMOS A NADA. TODOS LAS CIUDADES Y PUEBLOS DE ALREDEDORES TIENEN QUE DECIR PRESENTE". Ásí con mayúsculas termina con la convocatoria que hasta hoy no ha sido confirmada.
Rogelio de Arrecifes dijo: "Sr. Scioli échelos a todos porque si no Ud. se va a tener que ir con ellos".
Las promesas de reparación de los caminos y la corrección de esa curva que antaño se tomaba a velocidades mínimas hoy es una invitación a la muerte, mal que les pese a todos los que participaron de la investigacion, incluídos aquellos que aprovecharon para pasarse facturas políticas en medio del dolor de la familia. Las declaraciones del Intendente Gutiérrez señalando un llamado al 101 y la aparición de un testigo, dejaron en claro que en su rol de representante del pueblo le costó mucho llegar a expresar lo que sabía porque confió más en las imágenes y versiones que en su intuición sobre otro accidente de tránsito.
El abogado de los Pomar, Senador Carlos Ferreyra, no perdió oportunidad para meter la cola en un asunto que más que un accidente requiere de un pedido de informes a la Provincia para que se sepa por qué no se cumplieron las promesas de la llegada de fondos para reparar la cinta asfáltica que cobra vidas en su propio territorio.
No es fácil separarse de las múltiples teorías de responsabilidades que hoy se analizan en la Fiscalía del lugar pero es necesario sacar el árbol que tapa el bosque (como tapó al auto de los Pomar) para decir la verdad: la ruta es un desastre y hay que escuchar a la prensa y los vecinos de la zona antes de dejarse apretar por los micrófonos en transmisones maratónicas de gran repercusión. El caso Pomar pasará a la historia pero los vecinos seguirán arriesgando sus vidas en una ruta que nadie arregla.