Por Ramiro Pablo Gómez

Desde la oposición de Juntos por el Cambio presionan al oficialismo por un retorno a las aulas en un contexto de pandemia. Mientras que el gobierno nacional mira hacia marzo para una posible vuelta a la presencialidad un conjunto de legisladores se suman a un pedido centrado en la crítica y en argumentos que ponderan la educación pero omiten el contexto epidemiológico.

Todo comenzó con una carta pública del expresidente Mauricio Macri titulada “Abran las Escuelas”. Desde ese momento, los reclamos de Juntos por el Cambio, se multiplicaron a menos de dos meses del comienzo de las clases. Hay tener en cuenta que este debate no es solo argentino. Se da en otros paises latinoamericanos y europeos donde tambien la pandemia sigue vigente. 

La Diputada provincial, Anastasia Peralta Ramos, posteó un foto de 1998:

“Lindo recuerdo terminando la primaria y con toda la ilusión de iniciar la secundaria. La educación no es sólo contenido; es compartir momentos, amistades, aprendizaje de vida y vivir en sociedad. La educación es futuro”, expresó la legisladora acompañando el hashtag #AbranLasEscuelas.

El Diputado bonaerense, Luciano Bugallo, siguió la misma lógica. “El futuro de nuestros país, depende de la educación de nuestros hijos. Una población ignorante, es presa fácil para gobiernos cínicos, populistas y corruptos. ¿O eso es lo que buscan?”, enfatizó con un collage de fotos de antaño.

El legislador, Diego Rovella, apeló a sus hijos y puso una foto de ellos. “Por nosotros, por nuestros hijos e hijas y por todos los chicos, chicas y adolescentes que son el presente y futuro de nuestra Argentina, exigimos que se abran las escuelas”, exclamó.

El Diputado Nacional, Waldo Wolff, eligió una foto de la primaria: “Primer día de sexto grado”, dijo con el hashtag #AbranLasEscuelas.

¿Oportunismo político o reclamo justo?

Lo que dicen los legisladores de Juntos por el Cambio es parcialmente cierto. Es decir, en los establecimientos educativos no se dan solo contenido sino que funciona como un lugar de socialización y una población educada puede aspirar a un futuro más próspero. La parte polémica de estos reclamos es que borran el contexto de pandemia. No están la palabra COVID, coronavirus, fallecidos, contagios, aglomeraciones, infraestructura escolar, en ninguno de sus posteos.

Lo que, en principio, podría ser un llamado de atención al oficialismo para trabajar escenarios epidemiológicos futuros y hacer lo posible para un regreso a las aulas termina siendo un reclamo vacío de contenido que se queda en una crítica no constructiva ni propositiva.

Los recuerdos de cada uno de los legisladores son los de una escuela, un país y un mundo sin coronavirus. No termina de quedar claro si es más importante sostener una crítica hacia un oficialismo por un mero rol opositor o hay una posición político sanitaria distinta a la gestión gobernante donde pueden llegar a consideran que el regreso a las aulas no supone riesgo epidemiológico o las consecuencias sanitarias de esa decisión son menos importantes que esa ansiada vuelta a la presencialidad.