Agrotóxicos, el asesino silencioso del cual ningún candidato habla
Si bien las pruebas sobre el poder cancerígeno de los agroquímicos son contundentes, y el exponencial crecimiento de poblaciones enfermas es alarmante, en el marco de la campaña política para elegir Presidente y Gobernador bonaerense ningún postulante se anima a dar precisiones sobre el glifosato, tema que tampoco ocupa agenda en los grandes medios concentrados. Rojas, Salto, Junín, Arenales, Colón, Pergamino, Arrecifes, Ramallo y San Nicolás son algunos de los distritos de la Provincia más perjudicados por el uso de agrotóxicos en un contexto signado por el monocultivo, el boom de la soja transgénica y la hegemonía de Monsanto.
Por Emmanuel Rossi
Periodista de La Noticia 1
A pesar de las fundamentadas advertencias de médicos e investigadores, la lógica central del Capital en cuanto afán de lucro continúa primando sobre el medio ambiente y sobre la salud humana.
Una clara muestra de ello es el uso de agrotóxicos (algunos permitidos y otros prohibidos pero ambos perjudiciales) en los campos argentinos, principalmente en el cultivo de soja en el marco de la habitualidad del modelo de siembra directa con el uso de semillas transgénicas (también denunciadas por cancerígenas).
Como viene reflejando La Noticia 1, abundan los estudios contra el glifosato y otros agroquímicos por atentar contra la vida humana, así como también campañas que buscan la prohibición.
Sin embargo, en el marco de este año electoral, no se ha visto candidato a Presidente o a Gobernador bonaerense referirse a este tema.
Tiempo atrás, un estudio de la UNLP, encargado por la Defensoría del Pueblo, reveló datos alarmantes en muchos municipios, principalmente en Rojas, Salto, Junín, Arenales, Colón, Pergamino, Arrecifes, Ramallo y San Nicolás, siendo las regiones que ostentan el mayor índice de agresividad de la actividad agropecuaria. Allí se halló en suelo, aire y agua gran cantidad y variedad de productos químicos, muy por encima de los parámetros "aceptables".
No obstante, la grave problemática no se tradujo en tema de agenda de los grandes medios de comunicación y, mucho menos, en cuestión de debate político.
A su vez, en otros distritos, como en Saladillo, análisis cristalizaron que los agrotóxicos afectaron la leche materna.
La problemática se expande, los daños abundan y varios países ya han avanzado en las prohibiciones, pero en Argentina nadie quiere meterse con el monocultivo, las grandes empresas multinacionales, como Monsanto, y las divisas agrarias. Prueba de ella es un proyecto que ingresó a la Legislatura bonaerense para prohibir el glifosato y jamás prosperó. En medio de los pingües negocios y la cobardía política, está la vida de las personas.