El dirigente por el MST en el Frente de Izquierda Unidad y exlegislador porteño nacido en Córdoba, Alejandro Bodart, lanzó en mayo su precandidatura a gobernador bonaerense. Acompañará a Celeste Fierro como precandidata a presidenta. En diálogo con LaNoticia1.com, aseguró que la gestión de Axel Kicillof es "mala" y recordó que en la Provincia "hay 45% de pobreza". Vaticinó que el país marcha hacia un nuevo proceso social, "tal vez hasta superior al 2001". Habló de las internas dentro de su partido y advirtió por la situación de los bonaerenses: "hoy los vecinos llevan a sus hijos con fiebre y se encuentran con los hospitales colapsados". "La clase política vive en una burbuja", tiró.

Estamos transitando un año con mucha inflación, inseguridad, crisis política ¿Qué análisis hacés de este momento que está viviendo la Argentina? 

Estamos en un momento trágico para los trabajadores y los sectores populares. Porque hay una inflación galopante que come los salarios, la ayuda social, las jubilaciones. Y hay un gobierno nacional y provincial que en vez de intentar solucionar las problemáticas de los que no tienen nada o de los que no llegan a fin de mes, se dedican a querer solucionar los problemas de la deuda externa. Y lamentablemente, las salidas que proponen para lo que se viene, es profundizar esto. Tanto por el lado de Juntos por el Cambio, como del Frente de Todos. Y ni hablar de Milei, que directamente propone eliminar todo lo público. Si gana Milei, el que es pobre en Argentina está destinado a morirse en la calle.   

Y en territorio bonaerense, ¿qué realidad se está viviendo? 

Y en la provincia de Buenos Aires la situación no escapa a esta realidad. Juntos por el Cambio le vota las leyes al Frente de Todos y así están bajando el presupuesto en Salud, en Educación y en Vivienda. Y te doy un dato: sólo en el tema Salud, todos los hospitales de la Provincia están colapsados. Los padres llevan a sus hijos al hospital y se tienen que volver con los chicos con fiebre a la casa porque en los hospitales están desbordados, porque no hay médicos y no hay enfermeros. Una enfermera gana 60 mil pesos, un médico gana 120 mil pesos y cansados de tener pluriempleos, se terminan yendo. Nosotros vemos un panorama malo y la única alternativa real hoy es el Frente de Izquierda.

Estamos escuchando hablar de reforma judicial, ley de medios y hasta de venta de órganos ¿La agenda de los políticos está desconectada de la gente?

Yo creo que desde hace mucho tiempo la clase política vive en una burbuja. Ellos tienen una situación de privilegio. El salario de un legislador duplica lo que gana un trabajador en un año. Los políticos no viven en los barrios donde vive la gente, no van al hospital público, no mandan a sus hijos a la escuela pública, no tienen problemas de vivienda. Y se codean con los sectores más ricos de la sociedad, que son los que les pagan las campañas electorales y terminan gobernando para ellos. Yo impulsé una ley para que todo político gane como una maestra, que se atienda en el hospital público y para que mande a sus hijos a la escuela pública. Obviamente me trataron como a un loco. 

Esta situación que se está gestando hoy en la Argentina, ¿es comparable con lo que pasó en el año 2001? ¿O estamos muy alejados de esa realidad?

Yo creo que el país marcha hacia un nuevo proceso social, tal vez hasta superior al 2001. La gente tiene paciencia pero la bronca que se está acumulando desde abajo, es una caldera que va a terminar explotando. Y todas las cosas que están proponiendo, como la reforma laboral o la reforma en la jubilación, van a ser detonantes de esa explosión. Imaginate si Milei llega a gobernar y dice: ‘elimino la salud pública, basta de educación pública y se acabaron los subsidios’. Eso termina en una explosión a un mes de comenzar a gobernar. El 2001, por ejemplo, obligó a la clase política a dar ayuda a los desocupados que se estaban muriendo de hambre. Y esa medida se mantiene hasta el día de hoy.

¿Y por qué creés que se está dando todo este fenómeno?

Yo creo que hay una crisis tremenda del sistema capitalista, que no es una crisis solo argentina, sino que es a nivel mundial. Eso está probando que la riqueza se siga acumulando entre unos pocos, mientras la mayoría de la población están siendo condenadas al hambre ya a la miseria. Y ya no hablamos solamente de un sector marginal, sino que se trata de una porción de la población cada vez más mayoritaria. A este sistema hay que darlo vuelta pero los que nos gobiernan son defensores de ello y gobiernan para ese pequeño sector, que controla los precios y no quiere perder un mango. Todo esto va a conducir a que haya un 80% de pobreza. Ese es el gran problema de fondo.

¿Cómo ves la gestión del gobernador Kicillof en la Provincia? Desde el FdT dicen que es exitosa y hasta lo propone para que sea candidato a presidente… 

La gestión me parece mala. Los datos arrojan que hay un 45% de pobreza oficial en la provincia de Buenos Aires, 10% de indigencia, la salud está colapsada, la educación está olvidada. En territorio bonaerense, el Frente de Todos usa el presupuesto para pagar deuda y eso es apoyado por Juntos por el Cambio. Hay un cogobierno entre ambos espacios en la Legislatura. Una gestión que aumenta la pobreza y que agrava los problemas estructurales no puede ser buena. Salvo por cuatro años, el peronismo gobierna la Provincia desde que volvió la democracia y los problemas son siempre los mismos. Creemos que hace falta un cambio en serio, que es el Frente de Izquierda. Y la gente tiene que animarse a cambiar.  

En JxC creían que la tenían fácil pero la interna los está emparejando al FdT en las encuestas. ¿Cómo es la interna en el Frente de Izquierda?

Nosotros estamos en un debate hacia el interior del espacio, que es un debate político y no tiene nada que ver con candidaturas. Y el debate gira en torno a cómo hacemos para que el frente vuelva a tener el mismo dinamismo que tuvo en años anteriores. Del Caño y Bregman plantean un frente electoral que se reúne cada dos años para conformar listas. Nosotros, en cambio, con el Partido Obrero y el MST planteamos que debemos ser un frente permanente y unido para actuar en los sindicatos, movimientos sociales y de mujeres. Y también democratizarlos, para que nuestros votantes, que muchas veces no son orgánicos de los partidos del frente, pasen de ser votantes a militantes y así seguir sumando fuerza. 

¿Qué pronóstico tenés para las PASO? ¿Creés que la Izquierda puede volver a repetir la buena performance de las últimas elecciones?

Nosotros venimos de ingresar en bastiones peronistas que parecían inexpugnables. En las últimas elecciones logramos meter concejales en los consejos deliberantes de La Matanza, Merlo, José C. Paz, Morón y Moreno. Y ahora trabajamos para seguir avanzando. Es importante que el Frente de Izquierda haga los cambios necesarios y se transforme en una fuerza atractiva, no solo para entrar en el Congreso nacional, en las legislaturas provinciales, en los concejos deliberantes, sino también para convertirse en una alternativa de gobierno. Tenemos que trabajar con esa perspectiva y por eso se están dando los debates internos. Estoy seguro que nos va a ir bien pero queremos ir por más.