Por Ramiro Pablo Gómez

El doctor en Comunicación, Arturo Fitz Herbert, es investigador y profesor en asuntos públicos y conflictos ambientales de la Universidad Austral. En dialogo con LaNoticia1.com explicó la relación de los jóvenes con el ambientalismo y en qué falla el Estado como ente sancionador de las empresas contaminantes. ¿Son los ambientalistas unos hippies y los empresarios unos asesinos del planeta o es un reduccionismo histórico? ¿Pueden los países periféricos detener el cambio climático si las potencias industriales no modifican su forma de producción? 

La Univerdad Austral realizó una encuesta a 1160 estudiantes entre 14 y 8 años de colegios privados de distintas provincias del país entre 2020 y 2021 el cual arrojó resultados sorprendentes que serán indagados en esta entrevista.

Además, Arturo Fitz Herbert, determinó 12 claves para entender la agenda ambiental en un informe realizado por el Centro de Estudios en Comunicación Aplicada (CECAP) de la Universidad Austral en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), que se celebra en Glasgow del 1 al 12 de noviembre.

- Según una encuesta de la Universidad Austral, el 86% de los adolescentes en la Argentina cree que el Estado debe sancionar con multas a las empresas contaminantes. ¿Por qué los jóvenes llevan las banderas ambientalistas?

Hay mayor tendencia de los jóvenes a estar preocupados por el cuidado ambiental ya que ven como más probable que las consecuencias del cambio climático sean experimentadas por ellos a los largo de su vida. Para alguien que hoy tiene 70 años, lo que pase en 30 o 40 años esta fuera del espectro de su vida en cambio los jóvenes dicen "esto lo voy a ver yo". Si pensas en escenarios apocalípticos como catástrofes climáticas, desertificación, problemas de alimentos y demás se produce una ansiedad y necesidad de que los lideres políticos tomen las medidas ahora para que tengan efecto en 20 o 30 años.

Además, los jóvenes están socializados de otro modo. Ellos fueron a escuelas donde los temas ambientales formaban parte de los contenidos, les han enseñado a separar residuos, ahorrar energía. Todo lo que han aprendido durante su infancia, cuando llegan a la vida adulta, lo ponen como parte del menú de elecciones. Incluso desde un punto de vista moral, lo que está bien es separar, ahorrar energía.

Hay una encuesta del 2017 que toma a toda la población argentina y hay diferencias en opiniones. Entre desarrollo económico o protección ambiental un 43% eligió la primera y el 40%, protección ambiental. 

- Según información del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires, entre el 2005 y el 2021 clausuraron 1.653 empresas por no cumplir con la normativa ambiental. Ese número equivale aproximadamente al 0,8% del total de empresas de la provincia. El Estado, ¿falla al sancionar o con qué dificultades se encuentra?

Hay mucha legislación reciente del Estado sobre cuestiones ambientales, hay organismos provinciales y nacional para el cuidado del ambiente pero hay una dificultad técnica para tener a la gente más capacitada para evaluar sobre temas ambientales que son muy complejos y después tenes el problemas de cuando deciden sancionar o no. Las estadísticas generales de la población con respecto a la confianza del Estado sancionado es muy baja. Supongamos que van los técnicos y dicen que no hay ningún parámetro para decir que contamina y deciden no sancionar. El público puede pensar que habrá habido corrupción o falla de los técnicos que hicieron el estudio. 

- Pero mas allá de la percepción general, el Estado ¿Hace cumplir las normativas o no?

El dato que nosotros tenemos es que en Provincia de Buenos Aires la cantidad de sanciones a empresas había empezado a subir en 2011 con un pico en 2014 y después desciende a niveles muy bajos del 2016 en adelante. Entonces el Estado está ejerciendo menos control ambiental. Las ONGs ambientalistas lo que dicen es que si los medios no ponen el tema en agenda, si no hay una población que se movilice para exigir el cumplimiento de las leyes ambientales es difícil que el Estado efectivamente controle. 

- Una de las claves que vos planteas es que "el discurso del desarrollo está en tensión con el discurso ambientalista" como si fueran dos polos opuestos pero hay algo que se llama "desarrollo sostenible" donde esos dos polos podrían dialogar. ¿En qué momento de ese desarrollo estamos?

Esa dicotomía viene desde los 60 cuando el ambientalismo moderno empieza a instalar que hay un efecto indirecto de la industrialización. Los científicos europeos planteaban que si seguíamos explotando los recursos naturales de esa manera en el año 2050 habría un colapso económico, social y ambiental en el planeta. Entonces se empieza a plantear que un desarrollo irresponsable lleva a la degradación ambiental y ellos mismos son lo que dicen "necesitamos un esquema de desarrollo sostenible". En algunos naciones eso va de la mano, hay partidos políticos que meten el tema ambiental en las agendas legislativas. Nosotros estamos en una situación compleja porque tenemos una demanda muy fuerte por el desarrollo no siempre compensada por una demanda de cuidado ambiental. Por ejemplo el caso del Riachuelo que se viene discutiendo la contaminación desde la época de Perón y aun no se pudo resolver. Y en este caso, los que contaminan son las pymes, los frigoríficos. Entonces qué pasa si sancionan y dejan a 200 personas en la calle en la situación actual. Son lemas morales que complican bastante al evaluación. 

A futuro hay que pensar en alternativas sustentables porque si ahora haces una inversión que dura diez años para un producto que se va a vender en un plazo mediano o largo es probable que te encuentres con consumidores que ya no quieran ese producto porque no son sustentables. En Europa hay aplicaciones de celulares que miden cómo fue producido un pedazo de carne para ver si se aplicó o no una tecnología sustentable. 

- Otra de las claves que planteas habla de estereotipos donde se cataloga como "hippies" a los ambientalistas y "asesinos" a los que producen de manera no sustentable. Son lugares comunes pero ¿esa es la percepción social?

Es muy interesante porque en otros lugares del mundo aparecen las misma etiquetas, la idea de que los ambientalistas son de extrema izquierda, son hippies. Eso tiene que ver con la historia ya que los primeros en levantar la bandera ambiental dentro de los movimientos políticos son sectores de izquierda que critican al capitalismo. Cuando los obreros no le prestaban atención a la izquierda porque el capitalismo estaba generando bienestar económico trasladan la critica hacia el cuidado del ambiente vinculado al capitalismo. Los que tienen más de 50 años vieron mezclado ambientalismo y capitalismo entonces lo asocian con la extrema izquierda. Los jóvenes en cambio lo ven distinto porque ellos mismos tienen una postura ambiental sin tener posiciones políticas extremas.

También estudié el punto de vista de las empresas, algunas muy señaladas por los ambientalistas, y te encontras con gente que tiene valores, no es que no les importa nada. Hablando con un CEO de una empresa importante me decía "yo confió en los informes que me dan los técnicos que yo contraté que son doctores en química, en biología pero no puedo evaluarlos por mi mismo, no tengo esos conocimientos". Entonces ellos no se perciben cómo asesinos.

- Como bien decís, la agenda verde es histórica de la izquierda pero actualmente la problemática ambiental atraviesa a todos los partidos, incluso a los de derecha. ¿Hay una convicción generalizada o una moda verde?

Puede haber un componente de moda, como "políticamente correcto" pero incluso es mejor porque llega más a los decisores. También hay dirigentes políticos que tienen la agenda ambiental en el foco de su atención y tienen una responsabilidad que va más allá del hecho de ganar una elección. Se plantean hacer algo por la generaciones que vienen. Esto traspasa las ideologías partidarias, movimientos sociales e incluso en la religión. Hay una encíclica del Papa Francisco enteramente dedicada al cuidado del planeta. Hay una enorme cantidad de películas sobre esta temática. Erin Brockovich ganó un Oscar con un caso de contaminación, Mad Max plantea una situación apocalíptica de una crisis ambiental, la película de "Los Vengadores", el villano está relacionado con el eco fascismo que es un movimiento que hace terrorismo por cuestiones ambientales. Lo que razona este villano es que hay demasiados seres vivos en el universo que van a consumir los recursos entonces tiene que asesinar a la mitad del universo para garantizar la sostenibilidad del ambiente a largo plazo. 

- Nosotros venimos hablando del tema ambiental en la Argentina, un país periférico, pero hay diez potencias industriales que generan el 72% de los gases del efecto invernadero con las emisiones carbono. Son EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Irán, India, China, Corea del Sur, Rusia y Japón. Entonces por mas avance de la agenda verde en Argentina, si esas potencias industriales no modifican su forma de producción, la destrucción del planeta no se detiene.

Hace 20 años, el ex presidente brasilero Lula Da Silva, planteó que había que tener un impuesto mundial a la calidad del aire. Decía que las potencias mundiales lo presionaban para no desmontar al Amazonas entonces Lula respondía que él podía penalizar pero si lo compensaban económicamente. En Argentina podemos hacer un cambio climático porque tenemos territorio pero en Europa es más complicado. ¿Son los países no desarrollados los que deben garantizar la sostenibilidad del planeta porque los desarrollados se han quedado sin territorio? Bueno, cuáles son las compensaciones. 

- Pero más allá de las compensaciones o de los avances en los países periféricos, si las potencias no cambian su manera de producción, no se va a detener la contaminación del planeta.

Es verdad, si esas potencias económicas no modifican ese modo de producir, por mas que los argentinos colaboremos no va a tener demasiado efecto. Ese es uno de los grandes debates que hay sobre China. El Partido Comunista de China está planteando que ya pasaron el objetivo del desarrollo y ahora tienen que trasladarlo hacia una mayor sustentabilidad.

- Vos crees realmente que “el mundo” va a tomar una salida ambientalista o va privilegiar la reproducción del capital sobre el cuidado del planeta

El valor ambiental llegó para quedarse por largo tiempo esta muy instalado en la agenda y tiene cada vez más peso. Hay un sociólogo que dijo "si cambian las creencias, cambia la realidad" entonces si hay más gente que cree que hay que cuidar el ambiente eso genera modificaciones ya que esas personas votan distinto, consumen diferente. Ese cambio cultural se está viendo. La gran pregunta es si es suficiente el tiempo que tenemos para que ese cambio se note, para evitar una castástrofe. Entonces hay que mantener la noción de urgencia y cambio de comportamiento pero no tengo la respuesta sobre si la tendencia en la que venimos será suficiente par evitar una crisis. El ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que somos la primera generación que tiene consciencia del cambio climático y quizas la última que puede tomar las decisiones para evitar que sea una catástrofe.