La víctima del Terrorismo de Estado, Lidia Papaleo de Graiver, declaró en el marco de la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en el denominado Circuito Camps, compuesto por seis centros clandestinos de detención, entre ellos el que funcionaba en la subcomisaría de Don Bosco, en Quilmes, donde estuvo cautiva la mujer.
El juicio lo lleva a cabo el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata y están imputados 25 represores.
Papaleo testimonió las torturas que sufrió estando secuestrada e identificó como su represor a Norberto "Beto" Cozzani, lugarteniente de Osvaldo Etchecolatz y del general Ramón Camps.
"Me maltrataron más que a nadie, me pegaban, escupían, me eyaculaban encima y me aplicaron picana en el pecho, abdomen y genitales e incluso llevaban gente para ver cómo me atormentaban. En una oportunidad, durante una sesión, cuando la venda que me tapaba los ojos se corrió, alcancé a ver, presenciando mi tortura, al montonero Gasparini, autor de un libro sobre mi marido", afirmó la viuda de Graiver.
Además, Papaleo volvió a reiterar sus acusaciones sobre el traspaso de la empresa Papel Prensa a los diarios Clarín, La Nación y La Razón en tiempos de la dictadura.
En ese sentido, apuntó: "En el edificio del diario La Nación, (Héctor) Magnetto (actual CEO del Grupo Clarín) me amenazó a mí y a mi hija (María Sol Graiver); me dijo que no había opción que (no fuera) vender Papel Prensa o perdíamos la vida mi hija y yo".
"Recuerdo sus amenazas a mí y a mi hija, recuerdo su mirada, decía que debíamos firmar o perdíamos la vida mi hija o yo, eran amenazas de muerte", agregó.
Además, sostuvo que "un señor de Clarín, un abogado de apellido Sofovich" que le dijo que esa empresa "había pasado a manos de la señora Ernestina de Noble y me aconsejó que me fuera del país ese mismo día. Me dijeron que me fuera al Puerto, que ni siquiera regresara a mi casa, que encargara a alguien que me lleve las cosas, que no volviera más a mi casa y me fuera del país".
También contó que en otro lugar de cautiverio, "me obligaron a entregar las acciones del diario La Opinión que estaban guardadas en una departamento ubicado en la calle 7, no recuerdo a qué altura, en la ciudad de La Plata".