Jeremías Sosa era un albañil, oriundo de Misiones, que residía en forma temporal en la localidad de Olivera (Luján) fue asesinado el fin de semana en un brutal suceso donde murió tras ser golpeado y maniatado, acusado de intentar cometer robos en varias vivienda

Según informó El Civismo, la autopsia arrojó que la víctima murió por un traumatismo grave de cráneo. La víctima falleció a causa de un "shock neurológico por traumatismo grave de cráneo" y que presentaba politraumatismos, lo que llevó a que la carátula del caso se modificara de "Homicidio en riña" a "Homicidio en agresión".

Su hermana Melanie aportó el dato que Jeremías padecía esquizofrenia y ataques de pánico, lo que lo llevaba a correr y buscar refugio en descampados o casas abandonadas o en proceso de construcción. "Él pedía refugio y lo confundieron con un ladrón y lo mataron", sostuvo.

Además, relató que en el momento del ataque su hermano habría intentado abrir la ventana de una casa para pedir ayuda y que lo llevaran hasta su domicilio. Respecto a los avances en la investigación, Melanie afirmó: "Tenemos certificados a todos los Atrio: Matías, Walter y Agustina (como presuntos participantes de la golpiza). Lucas González, Gustavo Rocha y Alex Iñiguez ya están detenidos".

Con dolor, la hermana de la víctima enfatizó en la injusticia del hecho: "No tendrían que haber hecho eso con nadie", aseguró. "Mataron a un inocente", agregó, e insistió en que deberían haber retenido a Jeremías y llamado a la Policía en lugar de maniatarlo y golpearlo hasta la muerte. "Si era un ladrón, después se iba a probar si era cierto", sostuvo. Además vinculó a algunos de los involucrados con miembros de la Policía.