"Cuando volví, lloré como el primer día", dijo la mujer trans reincorporada en ANSES tras haber sido despedida en Tandil
Paula Strada había sido echada sin causa en medio de la ola de despidos y pese a que la ley la amparaba por haber ingresado mediante cupo laboral trans. La justicia ordenó su reincorporación y volvió a las oficinas de la UDAI Tandil.
Paula Strada, trabajadora de la ANSES en Tandil, volvió a su puesto de trabajo tras haber sido despedida. En mayo pasado, la Justicia ordenó que las autoridades reicorporarla de inmediato a su trabajo en la UDAI Tandil. Strada había ingresado a la dependencia nacional como parte de cupo trans, establecido por ley nacional, pero en la última oleada de despidos fue incluida en el recorte.
Paula había sido despedida de su trabajo en ANSES mediante un telegrama genérico y sin causa, a pesar de estar protegida por la ley que establece un cupo laboral para personas trans. Este cupo busca garantizar un porcentaje de puestos laborales en el sector público para personas de este colectivo, con el fin de contrarrestar la histórica discriminación y marginación que enfrentan.
En una entrevista con el medio local El Eco de Tandil, Paula compartió su historia de vida y su perspectiva sobre el retorno a su puesto. La decisión de reincorporarla fue dictada por el Juzgado Nacional de Trabajo Nº13 en mayo pasado, tras considerar que su despido violaba sus derechos y el principio de igualdad laboral estipulado por la ley.
“Cuando recibí la llamada de mi abogado confirmando que podía volver a mi oficina en ANSES, lloré igual que el día en que supe que había conseguido el trabajo. Había sido despedida sin causa, a pesar de que la ley me ampara”, relató Paula, reflejando la profunda conexión emocional que tiene con su trabajo y la ley que protege su empleo.
Paula recordó su infancia y adolescencia en Tandil, describiendo el doloroso proceso de aceptación de su identidad. “De chiquita, sentía que no me gustaba mirarme en el espejo porque me veía varonil. Desde muy joven, supe que no era la imagen que quería reflejar. La primera vez que entendí lo que era ser trans fue cuando vi una foto de la actriz Bibi Andersen y busqué ‘transexual’ en el diccionario”, explicó.
A lo largo de su vida, Paula enfrentó numerosos desafíos, desde el acoso escolar hasta la exclusión social. Fuera de Tandil encontró un espacio donde pudo expresar su identidad libremente y disfrutar de una vida social vibrante. “En Mar del Plata, fui parte de la primera camada de chicas trans que se movían en el ámbito fashion. Viví dos años maravillosos, llenos de experiencias y glamour”, recordó.
Su relación con su pareja, que la aceptó y apoyó plenamente, también fue fundamental. “Mi pareja se la jugó por mí en un mundo que no siempre acepta a las personas trans. Valoro mucho su valentía y el amor que me ofrece”, comentó Paula.
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Ahora, trabajando en ANSES, Paula encuentra propósito en ayudar a los demás. “Me encanta mi trabajo. Ayudar a la gente, aunque sea en pequeñas cosas, me hace sentir que estoy haciendo una diferencia”, señaló. Sin embargo, es consciente de que su situación es una excepción. “El 1% de las chicas trans tienen la suerte de trabajar en un lugar digno. La mayoría enfrenta marginación y exclusión, viviendo en la sombra”, lamentó.
Paula también abordó el impacto del cupo laboral trans y la importancia de las políticas inclusivas. “El trabajo de una chica trans es fundamental. Hablo por mí, que soy una privilegiada, pero quiero que la gente entienda que todas merecemos tener un futuro. La mayoría de mis compañeras fallecen jóvenes porque no tienen la oportunidad de imaginarse viejas. Es hora de cambiar eso”, subrayó.
Con el respaldo de la ley y su renovada oportunidad laboral, Paula se siente feliz y empoderada. “Estoy orgullosa de ser trans y que me reconozcan por mi trabajo. Poder proyectar un futuro es lo que me da energía para seguir luchando”, concluyó.
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