Es de La Matanza, por su enfermedad le colocaron un catéter y ahora la prepaga le exige casi $3 millones para sacárselo
José Luis ingresó a la guardia del hospital de Ramos Mejía por un fuerte dolor estomacal. Los médicos le colocaron un catéter para facilitar el flujo de orina. Pero ahora Bristol Medicine le pide más de $2,5 millones para retirárselo. "No cuento con esa plata, me quedaré con esto adentro", dijo a LaNoticia1.com.
José Luis Quintero tiene 51 años y es vecino de Ramos Mejía, localidad del conurbano que forma parte del partido de La Matanza. Este trabajador incansable se encuentra en una situación desesperada debido a una enfermedad que viene transitando hace años y a una demanda económica desorbitada por parte de su empresa de medicina prepaga, Bristol Medicine, que le exige cerca de 3 millones de pesos para retirar un catéter que le colocaron hace 6 meses.
La litiasis renal múltiple, una afección caracterizada por la presencia de cálculos en los riños, fue el tormento constante de Quintero desde hace varios años hasta esta parte. Se trata de masas sólidas que se forman en los riñones debido a sustancias presentes en la orina. Estos cálculos pueden causar fuertes dolores, hemorragias y hasta infecciones, o bien, bloquear el flujo de orina, generando distintos tipos de complicaciones en la salud.
Trabajando más de 14 horas diarias como empleado, electricista y chofer de aplicaciones de viaje, hace tiempo Quintero contrató un servicio de medicina prepaga para él y su familia. Sin embargo, lo que comenzó como una búsqueda de tranquilidad y seguridad se convirtió en una verdadera pesadilla burocrática y económica, dado los fuertes incrementos que experimentaron durante los últimos meses las principales compañías de atención médica privada.

La odisea de Quintero comenzó el 14 de agosto del año pasado, cuando fue ingresado de urgencia a la Clínica San Juan de Dios en Ramos Mejía debido a un fuerte dolor abdominal. Tras una serie de estudios, se le colocó el catéter doble J, un tubo flexible que se inserta en el uréter para facilitar el flujo de orina desde el riñón hasta la vejiga. Sin embargo, lo que inicialmente parecía ser una solución temporal se convirtió en una pesadilla burocrática y económica.
“Yo entré a la guardia con un cólico renal. Los dolores, según la descripción de los médicos, se asemejan a las contracciones de un parto. Es muy doloroso y utilizan calmantes muy fuertes. Cuando estuve internado, uno de los calmantes era fentanilo -aproximadamente 50 veces más potente que la heroína como analgésico-. Cuando me colocaron el catéter, jamás mencionaron que podría llegar a tener algún costo sacarlo”, comentó José Luis a LaNoticia1.com.
A fines de agosto, a Quintero le realizaron una tomografía y un urocultivo para control. Y en octubre le pidieron una resonancia y un nuevo análisis para programar la operación en la que le iban a retirar el doble J. Pero pese a que el médico encargado del tratamiento había puesto fecha de operación para retirar el catéter en noviembre, la prepaga Bristol Medicine no autorizaba la cirugía y comenzaba a poner cada vez más exigencias.
Puede interesarte
De acuerdo a lo que indican los profesionales de la salud, el doble J puede medir entre veintiséis y treinta y dos centímetros de largo y aproximadamente dos milímetros de grosor. Y tienen una vida media en torno a los 6 meses. Según señalan los expertos, en ese lapso debe ser retirado del cuerpo para evitar que el paciente quede expuesto a padecer otros cólicos nefríticos, daños renales o hasta infecciones de la vía urinaria.
"A los dos meses, el doctor que sigue mi tratamiento decidió que ya era hora de sacar el catéter y ahí empezaron los problemas”, señaló. Ante la falta de respuestas por parte de la prepaga, Quintero avanzó con una batería de acciones: llamados, correos electrónicos y hasta consultas presenciales derivaron al fin en un contacto por parte de la empresa, pero las noticias no eran nada buenas: debía pagar casi $3 millones para cubrir los insumos de la operación.
“Primero la prepaga no me daba bola. Meses después, me respondieron pero no quería autorizar la cirugía en el mismo lugar donde me colocaron el doble J. Empezaron a dar vueltas y me querían cobrar aparte algunos estudios preparatorios. Y después vino la sorpresa mayor: este 7 de febrero me llamaron para decirme que debía hacerme cargo de los costos de los insumos para que me saquen el catéter, algo así como más de dos millones y medio de pesos", contó.

La situación económica de Quintero y su familia se vio gravemente afectada por esta demanda. Aunque vienen haciendo un gran esfuerzo para mantener la cobertura médica, el aumento exorbitante de las tarifas y la solicitud de una suma tan grande los dejó descolocados. “Pasamos de pagar $64.676 en noviembre a abonar $138.029 en febrero. Estamos haciendo un gran esfuerzo en estos tiempos para poder sostener la cobertura y ahora me encuentro con esto”, lamentó.
"En casa estamos muy preocupados. Estamos haciendo un gran esfuerzo en estos tiempos para poder sostener la cobertura médica cuyo precio aumentó a más del doble en los últimos cuatro meses. Y así y todo ahora me piden cerca de 3 millones de pesos para sacarme algo que ellos me pusieron y que en ningún momento me advirtieron que retirarlo podía tener un costo millonario. No sabemos qué hacer. No cuento con esa plata, me quedaré con esto adentro”, expresó.
“Hay veces que no puedo salir a trabajar por los dolores y eso repercute en la economía de la casa a fin de mes. Buscamos que la prepaga se haga cargo de esta situación”, concluyó ante nuestros micrófonos. La falta de respuestas claras por parte de la empresa llevó a Quintero a considerar tomar medidas legales si no se resuelve la situación. Mientras tanto, él y su familia continúan buscando una respuesta que les brinde la atención médica que necesitan.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión