Es un nene discapacitado, no le dan respirador y en plena pandemia su mamá duerme en la puerta del Hospital
Gonzalo César Riveros tiene 14 años y es discapacitado. En 2018 sufrió un accidente que le produjo parálisis cerebral y cuadriplejia. Actualmente está internado en La Plata aunque hace 4 meses ya debería haber vuelto a su casa en San Vicente. Sin embargo, IOMA y las empresas de internación domiciliaria "se tiran la pelota para no asistirlo". Su mamá Fernanda denuncia "abandono de persona" y se presentó ante la Justicia. La mujer quedó sin plata, depende de las enfermeras para comer y hasta duerme en la rampa de la guardia.
Por Christian Thomsen Hall
Gonzalo tiene 14 años, es de San Vicente y el 24 de febrero de 2018 sufrió un accidente que le cambió su vida para siempre. Mientras jugaba en el campo, su hermano menor, llamado Dante, encontró un revólver entre unos pastizales y comenzó a manipularlo sin saber de qué se trataba. De inmediato, Gonzalo le gritó para que soltara el arma, pero el pequeño se asustó y terminó accionando el gatillo. En consecuencia, el disparo impactó en el cuello de Gonzalo y la bala llegó hasta su médula ósea, ocasionándole un paro cardiorespiratorio que le provocó una parálisis cerebral y una cuadriplejia.
A partir de ese momento, Gonzalo fue internado de urgencia en el Hospital de San Vicente y derivado de emergencia al Hospital Sor María Ludovica en La Plata, donde durante largos meses estuvo peleando por su vida hasta que logró alcanzar cierta estabilidad. En diciembre de 2018, el joven que ahora es oxígenodependiente recibió el alta y volvió a su casa con internación domiciliaria, hasta que el 11 de enero de 2020 su cuadro se agravó y terminó en terapia intesiva. El paciente, que necesita de asistencia mecánica para respirar, volvió a esquivar la muerte pero entró en una pesadilla.
En diálogo con LaNoticia1.com, su mamá, Fernanda Lourdi, detalló que luego de un mes de angustia donde Gonzalo se debatió entre la vida y la muerte, el 17 de febrero de 2020 le dijeron que su hijo ya podía regresar a su casa "siempre y cuando esté conectado al respirador artificial". Desde aquel día, la mujer comenzó una incansable travesía. Según contó, desde IOMA y las empresas tercerizadas encargadas de la internación domiciliaria comenzaron a "tirarse la pelota": "El respirador que necesita Gonzalo no aparece y nadie se hace cargo de la situación".
"Desde IOMA me dijeron que el respirador ya estaba autorizado y me dieron un listado de empresas para que llame. Pero desde las firmas encargadas de la internación domiciliaria, me dicen que el respirador no está porque se llevaron todos a los hospitales de campaña que montó el Gobierno por el coronavirus. Esto es una excusa para abandonar al nene. A partir de ese momento empecé una lucha con la obra social. Llamé a todos los números que me dieron pero ninguna empresa acepta cuidar a Gonzalo. El abandono a mi hijo es total", lamentó Fernanda en declaraciones a este portal.
De acuerdo a lo que consideró la mujer, tanto la obra social como las empresas tercerizadas "buscan deslindarse del paciente" en un claro acto de "abandono de persona". En ese sentido, Fernanda apuntó contra las empresas "MediHome" y "Hogar y Crianza", las únicas dos firmas que tienen pediatría para internación domiciliaria en la ciudad de La Plata y el resto de la región. En tanto, la mamá de Gonzalo también contó la andanzas que tuvo que afrontar para poder acompañar a su hijo, pese a la falta de recursos económicos y a un lugar físico para poder alojarse.
En ese contexto, Fernanda graficó: "Hace 6 meses vivo en el Hospital. Cuando en el Hospital Sor María Ludovica no me dejaban quedarme con Gonzalo porque estaba en terapia intensiva, dormía afuera en la calle, en la rampa de la guardia. Luego, cuando se estabilizó, nos trasladaron a la Clínica del Niño de La Plata porque nos dijeron que el Ludovica tenían que tener las camas preparadas para los casos de coronavirus. Ahora puedo quedarme en su habitación pero como hace ya seis meses que estamos acá me quedé sin dinero y dependo de las enfermeras para que me den de comer".
"Mi economía está en cero y trato de rebuscármelas día a día como puedo. Pero más allá de alguna ayuda que me den en la clínica, como hace seis meses que estoy fuera de casa, no tengo nada de plata para comprame algún elemento de higiene o lo que sea", reveló la mujer, quien por otro lado recordó: "Además de Gonzalo, tengo otros dos hijos que también necesitan contención urgente. Una se llama Florencia y el otro es Dante, quien protagonizó el accidente y es un nene muy depresivo que también necesita acompañamiento. Hoy están al cuidado de su prima, que por la crisis se acaba de quedar sin trabajo".
Fernanda comentó que pese a que en las últimas horas presentó un recurso de amparocon la ayuda de una abogada que se enteró de su caso, la realidad es que "al día de hoy seguimos sin respuestas". La situación de Gonzalo se suma a tantos otros casos alarmantes por las constantes negativas de las obras sociales a las prestaciones por derecho que le corresponden a las personas, generando en las familias un gasto de energías y de dinero totalmente desmesurado, donde en medio de la angustia por la enfermedad, deben salir a mendigar y golpear puertas para ser asistidos.
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