FESAALP: "Fue tal la explosión de películas que a partir del tercer año se transformó en un festival latinoamericano"
En diálogo con LANOTICIA1.COM, Federico Ambrosis, uno de los fundadores, habló sobre la situación actual de la industria cinematográfica local y la lucha por la Ley Provincial de Cine. Además, brindó detalles de las producciones bonaerenses ganadoras de la edición N° 19. "Es como ver El Padrino pero en La Matanza", destacó sobre el film que triunfó en mejor largometraje.
Por Gabriela Edith Lorenzo
Hace 20 años, cuatro estudiantes de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) comenzaron con lo que iba a ser un evento provincial y que, rápidamente, adquirió dimensiones internacionales. Este 2024, en medio de un contexto cada vez más adverso para artistas y gestores culturales en general, en la capital de la Provincia, se llevó a cabo la edición N°19 del Festival de Cine Latinoamericano de La Plata.
Un proyecto que se pensó para realizadores bonaerenses y comenzó en una pequeña sala “con la pantalla toda arrugada, cuando la vimos nos quisimos morir”, cuenta Federico Ambrosis en diálogo con LANOTICIA1.COM, uno de los impulsores de lo que al año siguiente se transformó en un evento nacional y luego en uno latinoamericano. Un repaso por la situación de la industria audiovisual local en la misma ciudad que surgió el movimiento coordinado entre productores, realizadores, gremios y agrupaciones para impulsar la Ley Provincial de cine que aguarda por media sanción en el Senado.
¿Cómo nace el FESAALP?
El festival nace en el 2006, éramos un grupo de cuatro estudiantes casi recibidos de la Facultad de Periodismo, siempre muy vinculados al cine independiente, desde el lado más de espectadores, y vimos la necesidad que había en La Plata de tener una pantalla para los cortometrajes de estudiantes de cine de la ciudad. En ese momento nos dimos cuenta que no había espacios, nosotros habíamos arrancado con un ciclo de cine en el Centro Cultura, en 7 y 43 en el 2005. En el 2006 nos animamos, hicimos el festival. Era un festival provincial.
¿Y cómo se transforma en un festival de cine latinoamericano?
En la primera edición casi sin saber cómo se organizaba un festival nos mandamos, y bueno, fue tal la explosión de películas que nos llegaron, no solamente de La Plata, sino de toda la provincia y de todo el país, que a partir del segundo año se transformó en un festival nacional y al tercero en un festival latinoamericano.
Pero el primer año, el 2006, nos dimos cuenta que esa necesidad era muy muy grande, porque no sólo vinieron estudiantes, sino que participaron productoras; la primera charla del festival fue con los responsables de la reapertura de la carrera de cine, y eso marcó al festival a fuego, decir que bueno, este festival, el corazón del festival va a ser el Cine Platense.
¿Con qué financiamiento empezaron?
En ese momento fue el primer año en que el Instituto Nacional de Cine organiza un programa que se llama Festivales Nacionales, que duró hasta el año pasado,este año que el gobierno de Milei lo disolvió, así de un día para el otro, echando a todos los responsables del área, y solo ofreciendo gacetillas de prensa a cada festival.
Ese programa tenía el fin de auspiciar a todos los festivales nacionales de cine independiente, y eso hizo que florecieran muchísimos festivales por todo el país, con la misma necesidad que había surgido en La Plata. Muchas productoras, muchos estudiantes, muchas películas y cortos, imposible que esas reproducciones llegaran a los cines comerciales, y las pocas que llegaban siempre excluidas de horarios o días.
Pero lo que se fue generando a través del programa Festivales Nacionales es que todos los gestores culturales de estos eventos nos conociéramos, nos hiciéramos amigos, intercambiáramos experiencias, se forjó un núcleo tan fuerte que terminó derivando en RAFMA (Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales), y nosotros somos parte de la comisión directiva.
Esta Red Nacional es representativa y hoy por hoy nos sentamos con todas las asociaciones para discutir las políticas audiovisuales, tanto provinciales como nacionales. Igualmente, este año salió un fondo provincial que es el que sostuvo el festival. El instituto fue el principal apoyo, pero también la Universidad Nacional de La Plata, que hasta el día de hoy es la que banca mucho también.
La batalla cultural: “Somos los festivales que les generamos el primer acceso a películas independientes con el público”
No es la primera vez que se enfrentan con un contexto adverso, ¿lo podés comparar con el macrismo?
En su momento parecía que se venía todo abajo también, el programa de festivales, pero la representatividad de la red funcionó muy bien con los coordinadores de ese momento. Ellos querían que concursáramos y no apoyar a todos los festivales, y logramos sostener, después de mucho tiempo,un gran conflicto porque querían recortar el programa.
Entre el macrismo y ahora lo que veo es que no hubo ni una mesa de negociación ni de consenso, se sacó de un plumazo el festival, ellos lo ven, junto con el macrismo, ven a la cultura como un gasto, ven que si uno no corta tickets, si uno no es exitoso en llenar las salas, eso es un fracaso, hablan de la conquista de público, de que una película va a necesitar tanta plata dependiendo del público que lleva, y en cine eso es imposible, salvo que tenga a Darín o a Franchella como protagonistas principales, que sabés que vas a llegar a un público muy mainstream.
Para el cine independiente es muy difícil saber si esa película, más allá de que uno traza un montón de objetivos, de líneas y de estrategias, y planificación, es muy difícil saber cómo esa película va a impactar, cuántos festivales va a participar, si va a ganar premios internacionales o nacionales.
Así que por eso los festivales nacionales son muy importantes, como el caso del FESALP en La Plata, porque somos los festivales que les generamos el primer acceso a películas independientes con el público, por lo tanto local, y después también es el primer espacio donde esos directores empiezan a hacer intercambios y experiencias con otros realizadores, actores, actrices.
Cuando ustedes empezaron, arrancaron proyectando en una sola sala, ahora están en seis salas
Arrancamos con una pantalla muy chiquita, arrugada, nos queríamos matar cuando la vimos, y la gente no se movió. Empezamos en el microcine del Centro Cultural Islas Malvinas, que era la sala más chiquita y fue tanta gente que nos tuvimos que mudar al auditorio que era más grande y también colapsó de gente, y bueno, esa fue nuestra primera experiencia caótica, hermosa, pero nos dimos cuenta de que realmente había algo ahí.
Y hoy por hoy el festival se hace en el Cine Select como sala principal, en el Teatro de la Universidad, en la Estación Provincial, en el Centro Cultural Islas Malvinas, y tratamos siempre de ir a distintos centros culturales de la ciudad y para seguir tejiendo lazos con distintos colectivos culturales.
Además del festival, ustedes sostienen otro tipo de actividades durante el año
Sí, nosotros estamos constantemente trabajando con la programación del CineSelec, tratamos de que el festival no solamente sea una semana al año, sino de generar la mayor cantidad de exhibiciones, de funciones especiales, participar de talleres, de conferencias, generar como fue este año con el resto, un montón de productoras, de estudiantes y de realizadores, el pantallazo La Plata. O sea, tratamos de estar muy activos porque sabemos y tratamos desde hace 19 años de construir ese público que va a la sala de cine a disfrutar.
Y es un trabajo de hormiga porque el cine latinoamericano es muy heterogéneo, muy lindo, pero es muy difícil, el público está tan acostumbrado por ahí a ver otro tipo de cine, que nosotros tratamos de generar todas las condiciones para que se vea el cine latinoamericano,porque estamos muy seguros después que la boca en boca en boca corre, que son películas que gustan mucho. Pero bueno, es todo un trabajo de hormiga desde el momento de pensar y planificar funciones especiales en torno al festival.
Ahí articulan con CineSelec, porque es un espacio que lo sostiene la municipalidad, ¿verdad?
El CineSelec es un espacio que funciona dentro de la secretaría de Cultura de la Municipalidad, hay dos salas de cine públicas municipales, una está en el Islas Malvinas, que es más chica, y después está la principal que es el CineSelect, que apoya a todos los festivales de la ciudad. Hoy por hoy somos más de seis festivales con distintos enfoques y públicos, y el CineSelec es el corazón del Cine Platense, donde se exhibe y se estrenan todas las películas.
Las entradas a todas las funciones que ofrecen son absolutamente gratuitas, ¿es un poco batallar contra una industria cinematográfica que esta al alcance de determinada elite?
Sí, se volvió elitista por los cines comerciales que cobran una entrada que realmente dejan afuera la gran parte, ¿no? Primero por la programación, porque el 90% del cine mainstream norteamericano y el cine europeo, el cine latinoamericano, y ni hablar, el cine argentino está llegando a cuentagotas. Los festivales, en cambio, principalmente el FESAALP, que es con entrada gratuita, busca totalmente lo contrario, es una posición política la nuestra, de que sea gratuito porque queremos que ese cine latinoamericano circule, se vea, se disfrute.
Y las salas se llenan, es increíble cómo, sobre todo cuando hay estrenos de cine argentino y platense, están colapsadas porque realmente están viendo películas que los tocan, que tocan una fibra ahí que son historias nuestras, historias propias. Un ejemplo fue en el FESAALP, la película Ensenada 55, sobre los bombardeos de esa época de la aviación militar en Ensenada, que es una escena casi invisibilizada para nuestra historia, hay muy poca bibliografía y este es el primer documental que toca el tema de lo que fue esos bombardeos en Ensenada.
Eso es un ejemplo de miles que te puedo dar y que al público y al espectador platense los moviliza mucho, y eso nos damos cuenta por las charlas posteriores con el público, con lo que nos hacen llegar a nosotros como organizadores, y después porque hace 19 años estamos viendo que el público si bien se renueva y cada vez más, hay público muy fiel que cada vez que se hace el FESAALP o hay funciones especiales durante el año, está firme ahí en las butacas.
¿Y las edades del público son variadas?
Depende mucho de la película que se proyecte. Siempre el FESAALP tuvo en su gran mayoría un público universitario, joven, pero también nosotros desde la programación, a través de retrospectivas, homenajes u otro tipo de películas, tratamos de hacer ahí un cruce generacional constante. No sólo de edad, sino también de disciplina. Tratamos de mechar con música, con literatura, para no solamente apuntar a un nicho específico que puede ser el cine platense, sino atravesarlo todo.
¿Y cómo funcionaron eso crossovers?
Y eso ha funcionado muy bien con, por ejemplo este año una banda que se llama Los Pararrayos, tocó un nuevo disco que lo pensaron audiovisualmente, y después de la proyección hubo un recital en vivo. Entonces hay un montón de público que solo por ir a escuchar la banda se encontró dentro de un festival de cine, y estoy casi seguro que van a volver a ver películas.
Ley provincial de cine: “Está el grito del sector audiovisual pidiendo que se sancione”
Me decías que empezaron a contar con aportes de Provincia, ¿eso desde cuándo?
Desde el año pasado. Del Instituto Cultural salió un financiamiento a los festivales provinciales, por un pedido del sector, un pedido histórico. Porque si bien siempre hubo apoyo nacional, la provincia, increíblemente, la provincia más grande donde más se filma, donde más productoras hay, donde más estudiantes de cine hay, carecía de un apoyo a los festivales y carece de una ley provincial de cine, que es lo que se está peleando y está a media sanción de salir.
Y eso es porque se fue gestando desde las bases del sector audiovisual desde hace mucho tiempo, un trabajo muy minucioso para llegar a este momento, de por fin tener una reglamentación que ampare, que fomente el cine provincial. Pero anticipándose a eso, el gobierno provincial desde hace dos años, escuchando los festivales, está apoyando desde un fondo. Lo que nosotros queremos es que eso sea ley, porque puede venir otro gobierno de turno y sacarlo tranquilamente, como ha pasado con el programa nacional del Inca.
Y contame un poco sobre la lucha para llegar a que la Legislatura trate una ley provincial de cine
Empezó hace más de ocho años, la primera reunión fundacional en La Plata fue en el FESAALP, en una charla que organizamos con todas las productoras, porque veíamos que las distintas provincias iban sacando leyes de cine, el primer caso fue Córdoba, después fue Misiones, después Entre Ríos, y así se fue multiplicando por todo el país y en Buenos Aires no estaba sucediendo nada. Dada la complejidad de tantos municipios, 135, con distintas realidades, ¿no? No solo en las grandes ciudades sino también en pueblos más chicos que algunos ni tienen cine.
Y después de mucho trabajo se conformó en nuestra región el Cine Regional Organizado, que somos un montón, todos los festivales, casi todas las productoras de La Plata, todos los centros de todos los estudiantes, nucleados también, y a la vez en el Conurbano y en distintas zonas de Buenos Aires se fue conformando el foro de la ley también, con muchísimas productoras de otros lados.
Y es la misma necesidad que se iba escuchando en distintas ciudades, La Plata, Mar del Plata, Tandil, logramos aunarnos a través de este foro, a través por suerte de redes de WhatsApp, y a partir de ahí trabajar en comisiones y presentar un montón de distintos proyectos para una ley.
Y fue ahora con Kicillof y con Florencia Saintout que desde el mismo gobierno también plantearon un montón de reuniones entre el foro Cine Regional Organizado y ellos, y tomó forma un proyecto de ley que fue presentado primero en diputados, que se aprobó, y ahora está en el Senado en media sanción.
Pero está la voluntad del gobierno y está el grito del sector audiovisual pidiendo que se sancione, porque en este contexto de crisis, que haya un marco regulatorio es fundamental.
FESAALP 2024
¿Cómo se desarrolló con todas estas circunstancias? Sé que estaba previsto que saliera por ahí un poco antes.
Sí, el festival, por lo general, es entre septiembre y octubre. Este año se atrasó por el hecho de que, al disolverse el programa de festivales nacionales, tuvimos que reprogramar toda la estrategia y planificación de cómo llevarlo adelante, porque es un festival que dura 8 días, se proyectan siempre entre 70 y 100 películas. Somos un grupo muy grande el que lo organiza, tanto de estudiantes de cine, de periodistas, de cineastas, diseñadores gráficos. Bueno, la realidad del país hizo acomodarnos y se nos atrasó hasta el mes de diciembre.
Realmente nos gustó mucho, porque el clima acompañó, pudimos hacer funciones aire libre, pero no dejó de ser el festival más difícil que pudimos hacer, porque lo hicimos casi sin dinero, restringiendo un montón de invitaciones a realizadores del país que siempre vienen a presentar, no teniendo por ahí la logística que a nosotros nos gustaría. Pero pese a eso, fue un festival muy, muy bueno, porque las salas se llenaron, pudimos programar muchísimos estrenos en la ciudad de La Plata.
Y eso a nosotros desde la organización nos pone muy contentos, sabiendo que fue un festival que lo podemos catalogar más que nunca como un espacio de resistencia, aguante y un lugar donde no solo se exhiben películas y se disfruta del cine nacional, sino organizamos charlas donde se pensó acerca de la realidad del cine político. Y eso es lo que nosotros teníamos ganas.
“Como ver El Padrino pero en La Matanza”
Contame un poco de la película ganadora: “Algo nuevo, algo viejo, algo prestado”
Una de las mejores de este 2024, de Hernán Rosselli, que ya había participado en el FESSALP con su anterior película, Mauro, que tiene muchos puntos en común, porque habla sobre el dinero clandestino, asociaciones clandestinas en el conurbano, en este caso sobre la quinielera, sobre grupos de quinieleros clandestinos, pero es como ver El Padrino en La Matanza.
Es una película que no solo tiene grandes personajes, sino también una historia muy íntima de una relación de una madre y una hija que queda al frente de esta asociación de quinieleros y tiene que llevar adelante un negocio que mamó desde chica, pero que lo llevó a riendas del padre, que también es como una figura ausente.
Además, utiliza imágenes reales en VHS, filmadas en cámaras de seguridad, porque el director era muy amigo de la actriz principal, que a la vez, la madre del director trabajó en apuestas clandestinas, entonces uno no sabe qué está viendo, si un documental, una ficción, se va mezclando todo y eso hace que la película sea sumamente interesante en un mundo que uno sabe que por ahí existe, pero que desconoce sus mecanismos y sus reglas.
¿De dónde es el realizador de La Matanza?
Es de Buenos Aires, pero está filmada en el Conurbano.
Bien, y no es la única, las secciones en las que se divide el FESAALP, son un montón.
Las principales son las de competencia de largos, de cortos, de La Plata Filma, que es una sección muy importante tanto de largos como de cortos, todas esas son competitivas. Después tuvimos cine al aire libre con la función de Fuck You, el último show, que fue la última función de Luca (Prodan), un registro caótico, un registro crudo sobre lo que fue su último recital antes de su muerte.
Después también tuvimos shows musicales, un taller de canto colectivo de mujeres que fue el que abrió el festival, Juli Schwinn, que cerró, que es cineasta también ella además de música; y Los Pararrayos, que es una banda rock platense que estuvo tocando en vivo en la Estación Provincial. Y además tuvimos presentación de un libro de cine platense, es una novela gráfica sobre lo difícil que es hacer cine independiente y los pormenores de un rodaje, tiene además de un texto hermoso muy buenos dibujos.
Y también tuvimos esta charla sobre estrategias, apuntes sobre el cine político actual, y lo cruzamos también con lo que fue la vieja generación de la escuela de cine que reabrió después de que la dictadura lo hubiera declarado extinta. Así que ese cruce generacional fue el puntapié como para pensar en dónde estamos y cuáles pueden ser las estrategias de acá del futuro para hacer cine político.
Si alguien que está leyendo la nota, quiere ver alguno de estos films, ¿cómo puede hacer?
Lamentablemente esperar que se estrenen en el Cine Select, en el Espacio Inca. Estamos tratando de ver si podemos pasarla al aire libre en el verano, en alguna de las funciones que va a haber en pantalla gigante, pero no se pueden ver salvo en festivales o cuando se estrenen cines comerciales, pero también va a durar una semana, entonces hay que estar atento a ver cuáles pueden ser sus próximas proyecciones, lo más seguro en el Cine Select.
¿Alguna producción o algo que quieras destacar de la realización audiovisual hoy?
En líneas generales se sigue produciendo mucho en la ciudad de La Plata, siempre desde el margen de lo independiente, lo autogestivo, se realizan muchas producciones, este año por ejemplo estuvo la película de Báñez, acerca del escritor platense que también fue director de La Comuna, una historia trágica pero a la vez donde marca la importancia de ese personaje cultural para la ciudad de La Plata.
Mamá King Kong fue otra de las películas acerca de un registro de una documentalista que va hacia Bariloche donde está su amiga de la infancia que es una mamá muy reciente, 24x7 y ella la sigue con la cámara como para seguir hablando sobre los feminismos actuales.
Después también estuvo Entremedio, una película que se filmó en Villa Elisa, muy autogestiva y también sobre recuerdos de la infancia del director. Esa película que fue la ganadora, junto con Pachacuti, Viaje a Bolivia, una película de cineastas platenses que se dedican a hacer cine en los barrios y filmar con los pibes en los barrios, y en este caso, Un viaje a Bolivia, que es como una road movie, que realmente es muy interesante todos los personajes que van encontrando y que uno va conociendo.
¿Querés agregar algo más?
Por ahí que pese a la crisis y a no tener ningún apoyo desde el Instituto Nacional de Cine, ningún festival de la región bajó sus brazos y se apagó, sino que siguieron proyectando de forma autogestiva y defendiendo el cine nacional todos. Y eso marca también el compromiso que hay hacia el sector, hacia la necesidad que hay todavía de tener estas pantallas alternativas para el cine independiente.
Si los festivales dejaran de existir, lo más probable es que todas estas producciones no se puedan ver, no puedan llegar a los espectadores, no puedan circular, así que me parece que es importantísimo destacar el rol de los festivales en el circuito del cine independiente.
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