Habló el joven de Berazategui secuestrado: Le dieron pastillas y poca comida
Esta madrugada fue liberado Mauricio Di Nenno (27), hijo del dueño de una cadena de supermercados del partido de Berazategui. Estuvo una semana secuestrado y fue liberado en Quilmes tras el pago de un rescate de $215 mil y US$ 20 mil. El joven brindó detalles de lo ocurrido: le dieron seis veces de comer y estuvo bajo los efectos de pastillas para dormir.
Di Nenno contó que la idea original era una entradera, que lo empastillaron para que duerma, pero que en ningún momento lo maltrataron. "Me dijeron que no mire para ningún lado, que si no miraba iba a estar todo bien", explicó el joven, quien no pudo identificar a sus captores por lo que no hay detenidos ni sospechosos.
"Estábamos llegando a casa con mis viejos de laburar y nos cruzaron dos autos: del primero se bajaron dos sujetos. Cuando me di vuelta vi otro auto y uno de los muchachos me tiró al asiento trasero y viajamos media hora", describió la victima quien agregó que allí empezaron a preguntarle cuánta plata había en la casa. "Yo no les di información y les preguntaba por mis viejos. Llegamos al lugar en el que me tuvieron detenido, siempre tapándome la cara", añadió.
El joven describió el lugar de su cautiverio como una habitación "de tres por tres" con techo de madera, en el que hacía mucho calor. "Me precintaron las manos detrás de la espalda y me rompieron el celular", dijo y relató que lo tuvieron siempre a oscuras y con mucho silencio.
Sobre los secuestradores, contó que "mucho diálogo no había", que "te dabas cuenta que podían hacer más que eso, no eran marginales" y que interactuó sòlo con tres.
"Les pegaba un silbido cada vez que quería tomar agua. Me habrán traído tres platos de comida en todo ese tiempo", confesó en diálogo con C5N.
También describió el momento en que tuvo que redactar la prueba de vida donde escribió una anécdota de su infancia. Precisó que estaba atontado por el calor que hacía en la habitación y porque "estaba empastillado para poder dormir".
Sobre el momento de la liberación, dijo que lo tiraron al pasto, con la cabeza tapada y contó que en ese momento pensó: "O se escucha el disparo o el auto que se va". Luego, indicó que se levantó mareado pero, que a poco de andar, se dio cuenta que estaba a unas 15 cuadras de la casa de un primo, desde conde logró pedir ayuda.