La intensa búsqueda de Estela de Carlotto por recuperar a su nieto
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo luchó durante 37 años. Su hija Laura fue secuestrada en 1977 en La Plata, cuando estaba embarazada de tres meses. Un año después, los militares le entregaron su cuerpo. Los forenses le indicaron que había dado a luz a su hijo Guido. La historia de una mujer incansable en busca de la verdad.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, encontró a su nieto después de 37 años de intensa búsqueda. Se trata de Guido, hijo de Laura, desaparecida en noviembre de 1977 cuando estaba embarazada de 3 meses.
Desde su secuestro, Laura fue mantenida en el centro clandestino de detención La Cacha, en la ciudad de La Plata, hasta el día en que dio a luz a Guido en el Hospital Militar de Buenos Aires.
Tal como sucedió con numerosas madres de aquel entonces, Estela realizó incansables gestiones para dar con el paradero de su hija. Hasta que en agosto de 1978, las Fuerzas Armadas la convocaron y le entregaron el cuerpo de Laura.
"La enterramos el 27 de agosto en La Plata. Y el 30 de agosto me jubilé, con una hija asesinada y un nieto que no sabía si existía o no", relató.
Así fue cómo se fundó Abuelas de Plaza de Mayo, con el único objetivo de encontrar a sus nietos nacidos en cautiverio. Según las denuncias recibidas por la CONADEP, 500 chicos nacieron en cautiverio. Hasta el día de hoy, sólo se recuperó la identidad de 114.
"En 1985, ya en democracia, hice exhumar el cuerpo y el equipo de antropología forense lo examinó a fondo para determinar con exactitud todo lo que los militares habían negado. El deterioro de su dentadura probaba su largo secuestro; por la pelvis supimos que había tenido un bebé y por las balas que tenía alojadas en el cráneo, que había sido ejecutada por una Itaka disparada a 30 cm, por la espalda", detalló Estela.
Según la ciencia, Guido había nacido. Durante los oscuros años de la dictadura, los militares secuestraban a los niños nacidos en cautiverio y los entregaban en adopción -irregular- a otras familias bajo falsas identidades.
Con el regreso de la democracia en 1983, las Abuelas hicieron visible su búsqueda. Viajes al exterior, encuentros diplomáticos, denuncias, presentaciones de habeas corpus y juicios por la verdad, entre tantas otras gestiones permitieron finalmente recupere a su nieto.
El Banco de Datos Genéticos, que contiene las pruebas de todos los familiares de desaparecidos, arrojó un resultado de 99,9 por ciento de coincidencias entre Estela y Guido.
Finalmente, 37 años después, de intensa búsqueda e incansable lucha, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, recuperó a su querido y esperado nieto.