Lalo Creus, precandidato de JxC: "Hoy la debilidad del oficialismo en La Matanza es mayor a la del '99"
El concejal "Lalo" Creus se presenta como precandidato a intendente dentro de Juntos por el Cambio con el partido “Alternativa Vecinal”, el primer partido vecinal del distrito. Va con Patricia Bullrich. Militó en la Corriente Clasista y Combativa tras la crisis de 2001 y abandonó en 2010. "Esta elección es una oportunidad histórica", define en una entrevista a Lanoticia1.com. El paralelismo de la elección Pinky vs. Balestrini en 1999. Está a favor de la división del partido "si después de elaborar un masterplan, un municipio solo no lo puede gestionar". Sobre los planes sociales: "no tienen que ser una trampa para que la gente quede cautiva ni rehén de aparatos por su necesidad".
Por Walter Albarracín - Redacción Lanoticia1.com
Usted es el candidato a intendente de La Matanza. ¿Qué expectativa tiene? Ahí tiene que enfrontar a una interna con Josefina Mendoza y "Toy" Flores. El peronismo también tiene que enfrentar una, ¿cómo ves este Paso que ya se acerca?
Mi expectativa está centrada en que después de 40 años hay una posibilidad real de vencer el aparato y el poder político corrupto que ha construido el intendente (Fernando) Espinoza sobre este territorio y su gente. Ahí está centrada la mayor de mis expectativas.
Esta elección es una oportunidad histórica por diversas razones. Porque la crisis del Frente de Todos, los internismos que tienen, el desprecio que tienen por parte de la población es inédito, histórico. Acá hay siete de cada diez vecinos de los que votan que ya dejaron de votarlos en el año 2021.
Estamos en un momento en el que si somos capaces desde la oposición de demostrar que lo que decimos, lo hacemos, que somos valientes para enfrentar los desafíos y las mafias que hay que enfrentar acá, la gente nos va a dar el apoyo.
En este mensaje que usted da, está colocado dentro de la interna con la lista de Bullrich. ¿Qué diferencias y qué es lo que proponen en concreto para La Matanza con Bullrich?
Ser consecuentes sin que nos tiemble el pulso para ordenar este territorio que está copado por la mafia, los truchos, lo ilegal, construido sobre un caos organizado para sostener cajas que sostienen el aparato político y para eso hace falta coraje, decisión y capacidad.
Patricia en el año 2018, siendo ministra de Seguridad de la nación, dio una muestra concreta de lo que puede hacer ella en La Matanza. Ella hizo unos procedimientos, investigaciones que terminaron con la detención de 18 comisarios, de la detención del jefe departamental de La Matanza y la detención del jefe de la guardia urbana municipal. Y allanó la municipalidad y una serie de domicilios que terminó desbaratando una banda de policías que se dedicaban a los secuestros y a todo tipo de delito. Eso es lo que vamos a hacer en La Matanza.
Vamos a enfrentar el delito para recuperar las calles y nuestros barrios para nosotros, para los honestos: para poder liberar al municipio de la delincuencia que hay en las calles, hay que animarse a sacar a los delincuentes de la municipalidad.
Usted proviene de un partido vecinal, Alternativa Vecinal, y conoce cómo es el trabajo social. ¿Cuál es la propuesta de ustedes sobre los planes sociales?
Los planes sociales tienen que servir para insertarse al mundo del trabajo, no tienen que ser una trampa para que la gente quede cautiva ni rehén de aparatos por su necesidad. Por lo tanto, tiene que haber a lo sumo un año en el cual si no lograste permanecer en un trabajo durante un año, vos puedas volver a inscribirte en el plan, como si fuera un fondo de desempleo.
Pero si lograste permanecer un año en el empleo, entonces ya lograste salir de la situación de desocupación y por lo tanto en ese caso ya no hace falta que tengas un plan social.
Lo que sucede hoy es que hay un dispositivo que es una trampa para mantener a la gente en esa situación de rehén que tiene que cambiarse y consiste en que cualquier persona beneficiaria titular de un plan social que tenga trabajo provisorio temporal, así sea de un solo día de empleo, si es dado de alta en las bases de Anses o de algún trabajo temporal, automáticamente pierde el plan social para siempre.
Entonces, frente a la incertidumbre de lo que pueda durar una oportunidad laboral, la gente termina eligiendo quedarse con el plan que es algo, como quien dice 'pájaro en mano', que es insuficiente, pero estable, es la seguridad jurídica del que no tiene nada. Si nosotros reformamos, y por eso hace falta solamente un decreto, esa cláusula que hace que una persona que hace una changa en blanco pierda el plan, vamos a ver a muchísima gente animándose a tomar empleo a pesar de ser titulares de programas sociales.
Y por otro lado un intendente tiene mucho que hacer sobre ese tema. La Matanza está detonada, no hay veredas, no hay espacios públicos, no hay infraestructura comunitaria y en todas esas tareas se puede incluir mano de obra intensiva de los titulares de los programas sociales, y complementarles el ingreso con un salario e involucrarlos al empleo formal. Salvo aquellos que ya llegamos tarde y son prácticamente inempleables porque están deteriorados de salud y necesitan más una pensión por discapacidad que un fondo de desempleo.
Hay algo que también anda dando vuelta siempre respecto a La Matanza, que es dividir el partido. ¿Usted está de acuerdo con dividirlo?
Yo estaría de acuerdo con dividir La Matanza si primero pensamos un masterplan de qué hacemos con la superficie que son 330 kilómetros cuadrados con su inserción regional que es privilegiada, porque es vecina de la capital, pero también es vecina del interior productivo de la provincia de Buenos Aires, con sus quince mil hectáreas rurales, con su conectividad de autopistas y rutas. Y si después de pensar un masterplan de a dónde queremos a La Matanza en veinte o treinta años, nos damos cuenta que un municipio no lo puede gestionar, entonces yo creo que voy a ser el primero en decir que hay que crear nuevos municipios.
Pero los municipios que se propongan tienen que surgir de la gente, no del interés sectorial de algún sector político que quiera dividir un territorio para ver si se lo gana a su oponente.
Puede producirse una elección similar a la de 1999 en La Matanza, volviendo a las internas y el contexto social en el que estamos, cuando Pinky se dio por ganadora y al final no fue, y dijo que se la "robaron". ¿Vé que puede suceder lo mismo?
Sí, porque incluso las condiciones son mejores que las del 1999. Porque Pinky enfrentó un PJ unido, con respaldo nacional. En este momento, el oficialismo en La Matanza, está dividido en tres listas y dos listas más van por fuera de Unión por la Patria, pero además es un espacio político que está implosionando desde lo nacional, es un frente que ya crujió o se rompió y se mantiene unido atado con alambre. Entonces la debilidad del oficialismo en La Matanza es mayor a la del oficialismo en el año '99.
Y por otro lado el desprecio que tiene la figura y la gestión del intendente Espinoza es tan alto que casi duplica la imagen negativa que tenía (Alberto) Balestrini en el año 99: a Espinoza 8 cada 10 vecinos no lo valoran, lo valoran negativamente. Y 7 cada 10 no lo votan. En la última elección solamente lo votaron 330 mil vecinos sobre un padrón electoral total de votantes de 1.150.000 personas.
Incluso entró otra fuerza que es la izquierda también y ahora también está La Libertad Avanza que propone a "Dipy" una figura que no es de la política, es de las más competitivas la elección que se ve, en el conurbano por lo menos.
Sí, por acá no se lo ve muy competitivo.
¿Por qué?
La Matanza tiene un comportamiento de idiosincrasia provinciana por su dimensión territorial, por su cultura y acá la gente famosa no alcanza para ser competitivo. El matancero valora mucho a los candidatos matanceros. A la gente que se la ve caminar, luchar, ser de acá.
En general, le genera imagen muy negativa que utilicen a La Matanza como una especie de laboratorio o trampolín y tal es así que, pobre el 'Dipy', tiene un conocimiento muy alto pero tiene peor imagen que Cristina Kirchner. Le resta más de lo que le suma. Pero creo que le suman el aspecto de la publicidad, la trascendencia, la notoriedad de tener una figura. Pero en el electorado en muchos sectores cae mal. Y muy poca gente cree que pueda ser un intendente.
¿Cómo fue estos cuatro años como concejal desde 2019? ¿Qué proyectos logró impulsar, qué no pudo impulsar?
Fueron agridulces, porque me sentí privilegiado de poder ser la voz de los vecinos allá adentro, era un lugar donde no se escuchaba lo que pasa en la calle y yo fui protagonista y representante de los reclamos, de los sufrimientos de los vecinos con muchísima intensidad y pasión.
Eso me me da mucha tranquilidad y esos reclamos los transmití en propuestas, en proyectos, y están los antecedentes de lo que yo pienso hacer como intendente que propuse como opositor pero que no tuvieron ningún eco. Esa es la parte salada. Es un oficialismo que te reconoce que tenés razón porque hablar de la inseguridad, no hay duda, sobre el drama que significa La Matanza o de la educación, o de la salud, pero después que te reconocen que tenés razón te dicen en la cara que son soldados de un jefe político que es el intendente y que por lo tanto tienen que votarte cualquier cosa que vos propongas en contra por el solo hecho de ser opositor.
Entonces es frustrante porque si los concejales se dieran cuenta que más que empleados son representantes de los vecinos ya hubiéramos podido resolver un montón de las emergencias que tenemos, pero es positivo porque pude mostrar y hacer visible todas esas emergencias.
Perfil
Eduardo Creus nació el 15 de diciembre de 1974 en Ciudad de Buenos Aires. Desde los 2 se instala con su familia en La Matanza. Vive desde hace varios años en el Barrio René Salamanca, en González Catán.
Fue gerente de una empresa multinacional y actuó dentro del gremialismo empresarial. De joven tuvo un paso por el partido de izquierda MAS. Perdió el trabajo en la crisis de 2001. Ingresó a un comedor de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) donde comenzó a militar, un lugar donde la gente canalizó la desesperación ante la implosión económica.
Se fue de la CCC en 2010, porque considera que con los años la organización se fue degenerando y usaban a la gente como botín de una construcción político sectorial.
Gestiona una red de espacios comunitarios y clubes barriales, una escuela para adultos y un jardín de infantes. Es CEO de negocios inclusivos que incluyen una incubadora compuesta por siete empresas cooperativas y autogestionadas con integrantes de un movimiento que fundó en el 2006 denominado Identidad Vecinal
No quería saber nada de política e incluso dejó de votar. Hasta que en 2016 lo convocó Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. En 2019 accede a su primer cargo electivo como concejal de Juntos por el Cambio y en las eleciones 2023 por primera vez es precandidato a intendente.
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