Las mujeres policías prefieren pagar la SUBE y no "arriesgarse" a morir por viajar con uniforme
Son uno de los objetivos preferidos de los delincuentes, que las consideran un "blanco fácil" para robarles el arma reglamentaria. El aumento de casos generó alarma el año pasado pero en este 2018 se multiplicaron. Consultadas por La Noticia 1, las mujeres de la Bonaerense coinciden en que viajar con el uniforme "se tornó muy peligroso". A pesar de los magros sueldos, prefieren abonar el boleto del colectivo y no arriesgarse a ser asesinadas.
El trabajo de las mujeres de la Policía Bonaerense nunca fue fácil. Desde siempre debieron vivir entre el riesgo, el machismo y la corrupción. Pero el hecho de que presten servicio en la provincia de Buenos Aires hace que su tarea, que realizan con una enorme vocación para servir a la comunidad, sea aún mucho más riesgosa que en cualquier otra parte del país.
De un tiempo a estar parte, las mujeres de la Bonaerense vienen siendo uno de los blancos preferidos por los delincuentes, quienes buscan apoderarse del arma reglamentaria para venderla en el mercado negro. El aumento de casos desató alarma durante el año pasado pero en este 2018 se multiplicaron, dejando el saldo de mujeres heridas y hasta asesinadas.
El último caso que generó conmoción en la Provincia fue el de Lourdes Espíndola, que en julio fue baleada en una parada de colectivos. La mujer de 25 años pretendía volver a su casa luego de hacer horas adicionales en un peaje de Ituzaingó, la única manera que tienen los integrantes de esta fuerza de seguridad de hacer una diferencia económica.
Lourdes vivía en Juan María Gutiérrez, partido de Berazategui. Había estudiado en la escuela "Juan Vuchetich" e ingresó a la Fuerza el 6 de junio de 2015. Prestaba servicio en el Comando de Patrullas de Moreno desde septiembre de ese año. Su asesinato desató varias movilizaciones de familiares de policías que reclamaron mayores garantías para sus seres queridos.
En agosto también atacaron a otra mujer policía para robarle su arma reglamentaria en Mar del Plata. La oficial Yamila Ordóñez fue sorprendida cuando salía de prestar servicio en la Subcomisaría Casino cuando un sujeto la amenazó de muerte y la atacó con un pedazo de chapa para apoderarse de su arma reglamentaria. La víctima resultó herida pero el delincuente fue detenido.
En tanto, otros ataques a mujeres de la Bonaerense para robarles el arma también quedaron registrados en video. Uno de los casos fue filmado en la "Feliz" cuando tres delincuentes abordaron a dos mujeres de la Policía Local y les sustrajeron sus armas reglamentarias. En esa ocasión, las víctimas resultaron heridas tras recibir variso golpes de puño en sus rostros.
Además, en esa misma ciudad balnearia fue baleada otra mujer de la Policía Local mientras esperaba el colectivo para volver a su casa. En las imágenes se observa cómo un sujeto le sustrae una mochila, amenaza a la policía con un arma y al ver que la mujer desenfunda su pistola, comienza a disparar. Por el hecho, la oficial recibió un impacto de bala en una de sus piernas.
Todos estos casos destaparon un tema tabú entre los efectivos de la fuerza y es que cada vez más mujeres de la Policía prefieren viajar de civil y pagar el colectivo a vestir el uniforme y arriesgarse a ser asesinadas. Así lo hicieron saber desde la página de Facebook "Policía reclamando" donde advirtieron que "las policías están viajando de civil porque la calle está peligrosa".
La misma percepción arrojó un relevamiento de La Noticia 1 realizado a tres mujeres de la Bonaerense, que prestan servicio en distintas partes de la Provincia y que por cuestiones lógicas prefirieron reservar su nombre para no quedar expuestas. Todas coincidieron en el aumento del peligro que significa vestir el uniforme a la hora de viajar de su casa al trabajo.
Vestir de civil, coordinar con varias compañeras para viajar juntas, prestar atención, estar sin auriculares y ubicarse en la parte trasera del colectivo, son algunos de los rebusques de las efectivos consultadas al momento de contar los recaudos que toman a la hora de viajar en el transporte público, algo que sin dudas se transformó en una tarea riesgosa para todas.
EN LN1 HABLAMOS CON LAS POLICÍAS
- ¿Te preocupa el aumento de casos de ataques a mujeres policías? Ya sea para asaltarlas o para robarles el arma reglamentaria.
Policía 1: Sí, la verdad me preocupa mucho.
Policía 2: No, porque los casos siempre existieron, no es algo nuevo. El tema que me preocupa es la negligencia que toman las mujeres policías por este tema.
Policía 3: Si. Me preocupa no solo el ataque hacia el personal femenino sino tambien al masculino, considero que la fuerza se encuentra en decadencia por el abandono del Estado, quitaron poder a las fuerzas en general, brindaron más respaldo a los delincuntes con la frase "lo hace por necesidad", "no le quedó opción", "es un pobre marginado de la sociedad que no tuvo otro recurso".
- ¿Tomás algún recaudo en especial? Viajar acompañada o sin el uniforme puesto, estar más atenta, etc...
Policía 1: Sí. En mi caso viajo de civil y mucho más atenta a cualquier persona o vehículo que se acerque. En lo posible trato de coordinar con una compañera para viajar juntas.
Policía 2: Solo si voy en auto tengo la posibilidad de ir uniformada, pero siempre sin nada que llame la atención. En transporte público no voy con uniforme, viajo sin los auriculares y siempre estoy en la parte atrás muy atenta a todo.
Policía 3: Si, tomo las medidas que considero necesario. Últimamente me dijiro y me retiro del servicio con ropa de civil. Poseo un vehículo pero el riesgo al subir y bajar del mismo se corre igual. Considero también que el 80% de ataques al personal de seguridad es franco de servicio, ya que somos mal vulnerables por tal motivo opté a tomar dicha medida de seguridad pensando "no quiero ser la póoxima" y de ser así, poder tener a mi favor el factor sorpresa y no delatarme de lejos que soy policía.
- ¿Alguna vez sufriste alguna situación de riesgo o peligro relacionado con este tema?
Policía 1: Sí. En una oportunidad me siguió una moto con un masculino armado. Ese suejto, al ver que yo estaba atenta y desenfundé el arma, finalmente se dio a la fuga.
Policía 2: No.
Policía 3: No. Gracias a Dios, al momento de mi carrera no pasé por ninguna situación de este tipo.
- ¿Te sentís respaldada y preparada o considerás que sos una parte vulnerable de la fuerza ante este tipo de ataques?
Policía 1: Me siento totalmente en estado de abandono por parte del Estado, ya que tengo bien en claro que si algún día pasara por un momento desafortunado voy a defenderme y seguramente terminaré imputada en una causa penal, expulsada de la Policía o presa. Me siento capacitada para defenderme pero legalmente, sé que el Estado no me respaldaría.
Policía 2: Desde que entré a la fuerza nunca me sentí respaldad. Soy consiente de que es probable que sufra más violencia que los hombres policías y por eso busco estar más preparada.
Policía 3: Considero que lo teórico dista mucho de la realidad. Como policía puedo tener la mayor instrucción en la Academia pero la realidad es que una se forma en la calle, a medida que suceden los hechos. Siempre debemos realizar todo tipo de cursos, no sólo lo que se vió en la Academia. Soy de pensar que un personal policial nunca debe dejar de aprender.