Julio Roldán, histórico conductor de radio y televisión, falleció en Pinamar y su partida deja un vacío profundo en el corazón del mundo tradicionalista y folclórico de la región. Su voz, cálida y cercana, fue durante décadas el puente entre el campo y la ciudad, entre las raíces argentinas y quienes las sienten propias.

Fue el creador y conductor de ciclos como “Despertando con lo nuestro” y “Mostrando lo nuestro”, donde no solo se escuchaban zambas y chacareras, sino también historias, costumbres y valores de la cultura campera que tanto amó.

Roldán fue mucho más que un comunicador: fue organizador de peñas, jineteadas y encuentros populares. Tuvo la visión de llevar a Pinamar a artistas como el Chaqueño Palavecino, cuando aún no eran conocidos a nivel nacional. También pasaron por su micrófono saludos de figuras como Luciano Pereyra, Soledad y Abel Pintos, que reconocían su labor y su compromiso con la difusión del folclore.

Rubén Oliva, quien lo descubrió en una carnicería y lo llevó a la vieja 97.3 en los años 90, lo recordó con emoción: “Dejar huellas como Julio las dejó es una clara demostración de que hay personas que, cuando parten, dejan espacios imposibles de reemplazar”. Su estilo auténtico no tardó en ganarse el cariño de la audiencia.

Raúl Prestifilippo, dueño de Radio Power, la emisora que vio nacer su carrera, también le dedicó unas palabras sentidas: “Supo dejar una huella profunda y son personas que no vamos a olvidar”.

La voz de Julio Roldán ya no se escucha al aire, pero queda en el recuerdo colectivo de quienes lo conocieron, lo escucharon y lo sintieron parte de su propia historia.

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La Noticia 1

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