Producción vitivinícola en Buenos Aires: El desafío de crecer ante la falta de políticas públicas
La referente de la Cámara de Producción Vitivinícola Bonaerense, Manuela Parra dialogó con LaNoticia1.com sobre cómo es llevar adelante una actividad que, a pesar de existir en el territorio hace más de 20 años, recién ahora comienza a ser tenida en cuenta. "Es una provincia caracterizada por no tener políticas públicas para la actividad, que no considera la actividad en ninguna de las agendas productivas y eso poco a poco se va revirtiendo", expresó.
En el año 1998 se permitió en Buenos Aires comenzar a producir vinos. Hasta ese entonces, la producción vitivinícola solo era autorizada para la zona de Cuyo.
De inmediato, distintos productores se aventuraron en esta actividad en las zonas que veían que reunían las condiciones terruñas para cosechar vid. A pesar de haber pasado casi dos décadas de este incursión, al día de la fecha continúan sin políticas públicar que fomenten su trabajo.
Pedir préstamos para maquinarias y acceder a subsidios se vuelve un desafío y un obstáculo en el contexto actual. "Cuando vas al banco, queres pedir un préstamo para maquinarias específicas de vitivinicultura los plazos que tenes en el Banco Provincia de Buenos Aires son los que se les da a los que hacen soja que son plazos más largos, los de la vitivinicultura son más cortos y aca no existen", advirtió Manuela Parra, productora y referente de la Cámara de Producción Vitivinícola Bonaerense.
Parra, señaló que recién ahora la actividad comienza a mirarse "como una actividad válida en forma aislada. Aparecio uno en La costa, otro en la sierra, otro más al norte, en distintos puntos de la provincia que son puntos muy heterogéneos".
A pesar de las diferencias, los productores de lugares como Uribelarrea, Chapadmalal y Médanos, entre otros, encontraron un punto en común. "Estábamos todos en la misma provincia que es una provincia caracterizada por no tener políticas públicas para la actividad, que no considera la actividad en ninguna de las agendas productivas y eso poco a poco se va revirtiendo, entonces al principio nos unía esa cuestión de producir en calidad de pioneros."
La llegada de Trapiche marcó un antes y un después en la actividad ya que, como señala la productora de Saldungaray, "nos dio mucha visibilidad porque comenzó a hacer vinos en Chapadmalal y si había gente que dudaba de si esto era un delirio o estaba bien hacer vino en Buenos Aires, ya cuando llega Trapiche que es el Grupo Peñaflor que tiene un montón de bodegas en Cuyo y en el norte y llegó a Buenos Aires fue un poco el aval".
Parra reconoció que al principio los productores eran vistos como "aventureros, personas que les gusta hacer vino en lugares raros y para nosotros en Sierra de la Ventana, en Saldungaray, nos hemos pasado muchos años explicando que la altura no era necesaria para hacer vinos. Lo que pasa es que el marketing siempre vendió vinos de altura porque era lo que hacíamos en Argentina".
"Los vinos de altura no significa que el vino si o si tiene que estar alto, sino lo que significa es que son vinos con las características de ese terruño. Si pensas en el mundo y comparas el Valle de Napa en California está a 0 msnm, nadie le cuestiona los vinos, al contrario, y eso pasa también con las regiones francesas, italianas", continuó.
Lo peculiar de Buenos Aires es que "se parece más a un montón de zonas consolidadas en el resto del mundo, sobre todo regiones europeas y lo raro cuando uno va al mundo termina siendo Mendoza, pero eso no es así para los argentinos, nosotros tenemos el prejuicio inverso", detalló la especialista.
¿Los prejuicios respecto a los vinos bonaerenses fueron un obstáculo?
En la experiencia nuestra, por más que haya prejuicios, no ha sido una traba, lo más difícil es producir de forma aislada. Cuando vas al banco, queres pedir un préstamo para maquinarias específicas de vitivinicultura los plazos que tenes en el Banco Provincia de Buenos Aires son los que se les da a los que hacen soja que son plazos más largos, los de la vitivinicultura son más cortos y aca no existen, si te vas a subsidios a nivel nacional no tiene una bajada de línea para esta zona, recién ahora eso empieza a romperse, pero es nuevo. Nosotros ya llevamos como 20 años que estamos acá con todo esto, pero bienvenidos sean. Me parece que estamos en un momento donde hay muchos actores nuevos con la intención de despegar y con ideas nuevas que en los próximos 5 o 10 años se van a notar los resultados.
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