"Que sirvan para repeler, no para matar": En San Nicolás buscan reglamentar el uso de cercos eléctricos en viviendas
En los últimos meses, la ciudad se llenó de estos dispositivos ante el aumento de la inseguridad. Desde el oficialismo presentaron un proyecto de ordenanza para regularlos. Aseguran que representa un riesgo potencial debido a la posibilidad de que existan instalaciones precarias y peligrosas.
En la segunda sesión ordinaria del mes de agosto, llevada a cabo este jueves en el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de San Nicolás, el edil oficialista Agustín Barba presentó un proyecto de ordenanza destinado a regular la instalación y uso de cercos eléctricos en las viviendas de la ciudad. La iniciativa busca llenar un vacío legal existente en torno a estas barreras de seguridad, que son cada vez más utilizadas por los vecinos como medida disuasoria frente a la creciente preocupación por la inseguridad.
Según informó el medio local El Norte, el proyecto de Barba propone establecer un marco jurídico claro que regule diversos aspectos relacionados con los cercos eléctricos, incluyendo su operación, mantenimiento, reparación y remoción. En su propuesta, el concejal enfatizó la necesidad de que estos dispositivos cumplan con los más altos estándares de seguridad, con el objetivo de prevenir accidentes y evitar daños a personas.
“Esto tiene que ver con un tema que nos preocupa a todos los vecinos de la ciudad como es la seguridad y que, ante cierta inacción por parte del Estado, los ciudadanos tratan de defenderse como pueden”, expresó Barba en una entrevista con el programa radial Vamos Viendo de Radio U. Según el edil, la falta de regulación actual no solo deja desprotegidos a quienes instalan estos sistemas, sino que también representa un riesgo potencial debido a la posibilidad de que existan instalaciones precarias y peligrosas.
El proyecto fue bien recibido por el bloque oficialista, aunque Barba aclaró que está abierto a posibles modificaciones durante su tratamiento en la comisión de Legislación General, donde se analizará en detalle antes de su eventual aprobación. Entre los puntos clave del proyecto se encuentra la exigencia de que los cercos eléctricos operen con un nivel de voltaje no letal, con el objetivo de repeler intrusos sin causarles daños graves. “Aquí no se plantea que estén conectados a 220 watts para generar un daño o incluso la muerte del intruso, el planteo busca repeler, no matar”, subrayó el edil.
Asimismo, se contempla la creación de un organismo de control encargado de supervisar la correcta instalación y funcionamiento de estos dispositivos. El proyecto también estipula que todas las instalaciones deben ser realizadas por electricistas matriculados, quienes deberán asegurar el cumplimiento de las normas establecidas.
Finalmente, el concejal resaltó que la normativa no solo busca regular el uso de estos dispositivos, sino también proteger a los ciudadanos de posibles responsabilidades civiles o penales en caso de que un intruso resulte lesionado al intentar ingresar a una propiedad protegida por un cerco eléctrico. “El vecino que lo haga conforme a las disposiciones de la ordenanza quedaría eximido de responsabilidad si un intruso que trate de ingresar a su domicilio resulta lesionado”, concluyó Barba.
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