Tandil: el relato de una mamá desesperada porque IOMA no le entrega un botón gástrico para su hija de 3 años
Lo solicitó hace 5 meses y ya presentó un recurso de Amparo. También espera hace un año por la entrega de una silla de ruedas. “Esto es un abandono de persona”, sintetizó.
Lucía Yancovich es mamá de Cataleya quien, debido a una discapacidad, requiere de variados cuidados sanitarios y ahora necesita un botón gástrico que la obra social no le entrega pese a que, supuestamente, ya fue comprado por el organismo.
Así lo relató la madre en diálogo con El Eco Multimedios con el que se comunicó desesperada por la situación que atraviesa: “En IOMA me tienen a las vueltas hasta el día de hoy”. Hace 5 meses, luego de una intervención quirúrgica, el médico de la niña reclamó de manera “urgente” la entrega de esa sonda.
“Supuestamente en IOMA lo compraron”, sostuvo y relató que va a la obra social de la Provincia todos los días y no hay respuesta: “Me dicen que está en Compras, o que ya lo compraron o que no se sabe dónde está; me tienen así a las vueltas hasta el día de hoy”, indicó.
Y agregó que “me dan números de teléfono que no existen porque me ponen musiquita y musiquita y nunca atiende nadie”. En este contexto, la mujer presentó un recurso de amparo ante la Justicia pero, así y todo, la sonda no aparece.
“Esto es un abandono de persona”, se lamentó. “La última vez que fui a IOMA pregunté dónde está el botón así yo voy y lo busco. O, si no está, me empeño y te lo compro. Pero díganme si está o no está”, reiteró, desesperada.
A los 2 meses y medio de que Cataleya fue operada se le rompió el balón del botón gástrico, entonces le pusieron una sondita vertical, pero eso era por unos días nada más”, comenzó explicando la mamá sobre cómo está afectando a su hija la falta del insumo.
Y continuó: “El médico hizo todo lo posible: una nota para IOMA para que se lo den urgente porque esto hacía una función para unos días nada más”.
“Ella está con infección cada 15 días y con mucho granuloma por dentro y por fuera porque lo que tiene colocado no es para eso, no es para que cumpla la función de un botón gástrico: que le pase la leche y la comida”, contó Lucía.
Además, le preocupa que “ahora se le cerró el estómago, así que cuando le llegue el botón va a ir de vuelta a cirugía para que le vuelvan a colocar el botón gástrico. No tenía por qué llegar a esto”.
Pero esta no es la primera vez que la mamá debe enfrentarse a la obra social porque le niegan los insumos. “Tampoco le dan la silla de ruedas” que solicitó hace un año, según relató.
“La tengo sentada en el sillón. Es un abandono y es muy triste”, explicó y detalló que “las valvas para las piernas las compré yo; los extensores los compré yo. Lo que está a mi alcance, yo lo compro pero lo que no… y está todo aprobado, no entiendo por qué no lo mandan”.
“Mi nena no camina, tiene un ACV, es convulsiva, epiléptica, tiene problemas respiratorios. Hace un año presenté todo para que ella tenga todo, el 6 de junio hizo un año desde que lo presenté y todavía no tengo nada. Y eso que está todo aprobado”, señaló la mujer.
Según refirió, Cataleya cuenta con el certificado de discapacidad y tiene internación domiciliaria. La familia solicita también que la obra social se haga cargo del bótox que la niña necesita para uno de sus pies, que se deterioró “por la demora en la llegada de las valvas”.
“Esto ya me enferma, no quiero ir más. A veces vuelvo con presión alta”, contó sobre cada viaje que tiene que hacer a la ciudad para acudir a la sede de IOMA. Pero enfatizó que continúa en la lucha “no por mí, sino por la nena”.
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