La entrega de las tarjetas alimentarias de 4.000 pesos en el Conurbano bonaerense, como parte del Plan Nacional Integral “Argentina contra el Hambre”, comenzó en La Matanza. De manera ordenada una fila de más de dos cuadras, en un operativo conjunto entre el Municipio y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, se formó en el estacionamiento de la Universidad Nacional de La Matanza.

Esta semana, del 20 al 24 de enero, se convocó a aquellos titulares con apellidos que comienzan con la letra “A” hasta la “F”. Mientras que para la semana próxima, del 27 al 31 de enero, está previsto que se convoque a los beneficiarios y beneficiarias con apellidos que comienzan con la letra "G" hasta la "Z". Alrededor de 63.000 serán los beneficiarios que recibirán la tarjeta en La Matanza. 

Según una fuente vinculada a la logística para la entrega de la tarjeta dijo LaNoticia1.com existía preocupación sobre cómo se iba a hacer para evitar el colapso de las sucursales debido a la cantidad (unas 300 mil solo en el Conurbano y otras 100 mil en el resto de los distritos) que se emitieron.

"Las sucursales no iban a dar abasto y les pidieron a muchos municipios que le enteguen algún lugar, como gimnasios, para poder dar la tarjeta que no sea en la sucursal", señaló la fuente, una situación que se confirmará con el correr de los días en cada comuna. En Brown optaron por un club de barrio.

La organización previno que la gente pueda circular rápidamente y no esté demorada, y el trámite seguía sin complicaciones. Nicolás Fusca, secretario de Desarrollo Social municipal, explicó a El 1 Digital que "hay nutricionistas nuestros y también del Ministerio, que van realizando los talleres simultáneos para poder iniciar un proceso". Además recalcó que acompañarán las denuncias al comercio que retenga un porcentaje por realizar la compra.

El intendente Fernando Espinoza junto a Daniel Arroyo, Alejandro Vanoli y Laura Valeria Alonso, inauguraron la distribución de Tarjetas Alimentar. “Esperamos que el impacto positivo se extienda a los productores y empleados del rubro de la alimentación, a partir de la dinamización de la actividad económica. Cada beneficiario va a comprar en los comercios más cercanos y eso va a ayudar a reactivar el consumo que, solo en 2019, cayó 10,8 por ciento”, planteó Espinoza.