Por Ramiro Pablo Gómez - Twitter

El Pre Viaje 4 se viene anunciando desde principios de enero. El Ministro de Turismo Matías Lammens llenó de elogios a la política pública turística que reintegra el 50% del dinero gastado y aseguró que la cuarta edición será clave para que la temporada baja no sea tan baja.

En principio la idea era lanzar el Pre Viaje 4 en marzo para que los pasajeros puedan empezar a comprar sus viajes para los meses de mayo y junio. Pasó todo el mes y Matías Lammens dejó de dar referencias sobre el lanzamiento de la cuarta edición.

Mientras Sergio Massa firma acuerdos bilaterales con EEUU y con paises del Club de París para hacerse de divisas en dólares, el Ministro de Turismo estuvo en el GP de Santiago del Estero pero del Pre Viaje no habló más.

 

Paradójicamente, o no tanto, la tercera edición del Pre Viaje lanzada el año pasado también tuvo demoras en el anuncio oficial y coincidió con un viaje previo de Sergio Massa a Estados Unidos en busca de divisas. ¿Será que la cantidad de dinero que le otorguen al Pre Viaje definirá cuánto dura la ventana de compras y qué meses incluye?

Mientras más tarde el lanzamiento de la cuarta edición peor va a salir una idea que funcionó bien en el Pre Viaje 1 y 2 pero mal en el 3. El gobierno nacional y el ministro de turismo están repitiendo los mismos errores del año pasado que llevaron a una edición al fracasó.

Si los pasajeros deben viajar en mayo y junio, ¿Cuánto tiempo de compra les queda si ya estamos en abril y nadie anunció nada? En la edición 3, los pasajeros tuvieron menos de dos semanas para adquirir sus paquetes. En la 1 y 2, el plazo fue de un par de meses.

Por lo tanto, un tiempo de compra comprimido en pocos días dispara los precios de los vuelos y de alojamientos dado que el pasajero sale alocadamente a adquirirlos. Esto provoca que el beneficio del 50% de reintegro se licue en un aumento desmedido.

Ademas, las agencias de viajes no tienen el tiempo adecuado para promocionar destinos, vender y facturar. Esta misma problemática la tienen los operadores de turismo mayorista que ante la demanda comprimida no dan abasto y su atención es deficiente.

Otro punto que complica el panorama es que los potenciales consumidores no están comprando hace más de un mes esperando el bendito Pre Viaje. En ese sentido, las agencias de viajes se preguntan si el remedio no es peor que la enfermedad.