Por Ramiro Pablo Gómez

El fenómeno Milei se materializó en las PASO del 13 de agosto y descolocó el escenario electoral de octubre. Con el 30% de los votos fue el candidato a presidente más votado y arrasó en casi todo el país pero la foto del domingo no es la película completa.

Las PASO no son las Generales

Tras un gobierno de Cambiemos (2015-2019) y otro del Frente de Todos (2019-2023) que decepcionaron al ciudadano, los resultados electorales parecen no ser sorprendentes. En ese sentido, la elección de Milei como candidato se puede leer como un mensaje hacia los frentes políticos hegemónicos que no han dado las soluciones esperadas o prometidas. 

Ahora bien, un mensaje no implica necesariamente una decisión de voto consolidada. No se pueden exportar los votos del 13 de agosto a las generales de octubre por varias razones:

• Sergio Massa es el ministro de economía y tiene el Estado a su favor para sumar votos de cara a octubre
• No se sabe el destino de los votos del perdedor Larreta ya que no está claro si quedan dentro de Juntos o algunos van para Sergio Massa
• El temor a un gobierno de ultraderecha puede cambiar la decisión del electorado y retornar a las opciones tradicionales de Unión por la Patria o Juntos por el Cambio
• La participación electoral fue del 69%, el número más bajo desde la vuelta de la democracia en 1983

El camino al 22 de octubre

Nada está dicho. MIlei no es presidente, que no se haga los rulos dado que el camino es largo, sinuoso y cambiante. Los números de todos los candidatos pueden varias para peor o mejor en las elecciones generales de octubre. 

En esa fecha, el electorado, habrá pasado por dos meses de pura campaña y, a diferencia de agosto, el voto que ponga en la urna decidirá el destino del país por los próximos años o décadas. En ese instante, suelen primar ideas conservadoras o tradicionales. 

Todo esto no implica que Javier Milei se caiga. El libertario será competitivo en octubre y actualmente es el mejor posicionado de cara a las elecciones generales. Por el contrario, Patricia Bullrich fue la que quedó más relegada ya que deberá contener los votos de Larreta y superar a Sergio Massa. 

¿Y el ballotage?

El escenario electoral supone un ballotage tras las elecciones generales de octubre. Como anticipó la vicepresidenta Cristina Kirchner, estamos ante una elección de tres tercios donde uno de esos tercios va a quedar afuera y un ballotage definirá al presidente.

En ese caso, Milei, Massa o Bullrich, necesitan mucho más que un 30% de votos y ese 21% restante nadie lo tiene garantizado.