Lleva más de mil ciudades y parajes recorridos en Provincia y va por más: "Tengo un amigo en cada pueblo"
Viajando por los pueblos de Buenos Aires es una comunidad con más 180 mil miembros. LANOTICIA1.COM dialogó con Iván Engels, de Quilmes. Toma fotografías y escribe relatos para no olvidarnos de mirar a la provincia profunda.
Al quilmeño y empleado telefónico Ivan Engels se lo podría considerar un influencer de los pueblos, hablando en términos de hoy en día. Apasionado de encarar y viajar por las rutas bonaerenses, gracias a su trabajo recorre los puntos más recónditos, desconocidos para la mayoría.
En 2015 surgió la idea de Viajando por los pueblos de Buenos Aires, el grupo de Facebook que empezó como un proyecto personal y en el que hoy miles son miembros.
Hay fotografías, breves relatos sobre almaceneros de ramos generales, panaderos, carniceros y gauchos que hacen a la vida rural de la provincia profunda. Se habla también de aquellos lugares donde la herrumbre le gana al cartel que indica al siguiente pueblo y el pasto comienza a invadir la calle.
Son puntos donde el ferrocarril forjó el arraigo y una comunidad, pero donde hoy quedan sólo anécdotas, paisajes y lugares que atraviesan el lente de la cámara de este bonaerense y que no los deja morir en el olvido.
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¿Cómo fue la idea de empezar esto?
Ya desde chico me gustaba viajar, cuando viajaba con mi familia. Siempre me gustó. Hace aproximadamente unos 15 años tuve la suerte que me ofrecieron hacer un trabajo de telefonía rural. Esto consistía en llegar a esos pueblitos chiquitos, aislados, y reparar teléfonos públicos o lo que era la parte de comunicación.
Así fue que gracias a mis sueños se me presentó solo este trabajo de poder recorrer los lugares que soñaba de chico. Y empecé a viajar, primero 100, 200 kilómetros, más que eso no. Después me ofrecieron recorrer más la provincia. Hasta que me llegó lo de recorrer todo el país.
Empecé a recorrer fuera de mi trabajo también. Cuando puedo lo hago también. Siempre me llamó la atención la historia de estos pueblos, de cómo nacieron, cómo murieron. Y lo que hice en el 2015 fue armar un grupo que se llama Viajando por los Pueblos de Buenos Aires.
Ahí empecé a subir fotos de los lugares que visitaba y a contar una breve historia del pueblo. Se empezó a sumar gente y es el día de hoy que en Facebook hay 200.000 seguidores y en Instagram creo que hay algo de 40.000 seguidores.
Todo esto a la vez me llevó a hacer un curso de fotografía. Me recibí de fotógrafo en pandemia.
Y fue como estudiar para volver al lugar adonde había ido, tomar fotos con más calidad y poder, lo que digo siempre, que la gente que no puede viajar que por ahí por medio de una fotografía o dos, acompañada por un relato, pueda llegar a ese lugar.
¿Esto lo haces solo? ¿Qué vehículo usás? Porque a veces llegar al interior puede ser complicado.
Uso mi vehículo en particular, porque yo soy tercerizado de la empresa, y la mayoría, muy pocas veces viajé acompañado. Solo porque era un lugar muy bien inhóspito para llegar como, por decir, arriba de la montaña que tenía que llegar a cambiar una antena o un teléfono, y eran por ahí 50 kilómetros de camino de ripio, de montaña. Por ahí hasta el mediodía o casi todo el día sin señal. Y hubo veces que viajé solo. Pero uno de cada 100 viajes por ahí viajo acompañado.
¿Y sos de Quilmes, no? ¿Vivís ahí?
Yo soy de Quilmes, sí. Soy nativo de ahí.
Uno a veces se encuentra el contraste con el interior saliendo del área metropolitana.
Como les cuento a todos, yo vivo en una ciudad que tiene 600.000 habitantes e imaginate llegar a pueblos de 100 habitantes, 50 y hasta pueblos de un habitante solo como Quiñihual (Coronel Suárez).
Eso es increíble, hay varios casos donde se quedan hasta que el último fallece y bueno, queda como el pueblo fantasma.
Es verdad.
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Vivimos en la ciudad y a veces cuando vamos al interior, encontrás otro ritmo y costumbres. Como observador, ¿qué diferencias encontrás principalmente?
La amabilidad de la gente, la confianza que te da. Justamente el jueves viajé para el lado de Vedia (Leandro N. Alem), de Pinto, y llegué al mediodía y la gente me estaba esperando con la mesa puesta. Y si vos le decís que no, se enojan.
La gente del pueblo cuando vos llegas, te aprecia mucho, no podes decir que no. Salvo un par de veces que te querían convidar un vaso de vino, con el asado que estaban haciendo y yo decía que no, y se enojaban. Lo que más destaco es la amabilidad que tiene la gente en el pueblo.
¿Y cuántos pueblos llevas recorridos? No sé si los contaste, no creo, pero más o menos una idea en kilómetros
En la provincia llevo mil ciudades, pueblos y parajes, un poquito más. La provincia tiene unos 1250 ciudades, pueblos y parajes, más o menos el 90% de todo. En todo el país llevo 1500 pueblos en total, también recorridos. En kilómetros, ya pasé el millón de kilómetros desde que manejo.
Me decías que a otros lados del país también fuiste, ¿adónde fuiste?
Sí, fui a Mendoza, San Juan, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Córdoba, Santa Fe. Lo que me falta es el norte-norte, Salta, Jujuy, Tucumán.
¿Y sos periodista también?
No, no soy periodista, algunos me toman como periodista, porque yo hice un curso de periodismo, pero no lo terminé.
Como te decía, el viajar, crear la página, subir relatos, como que me llevó primero a las fotografías y después como que quería hacer más profesional a la nota. Eso me llevó a hacer la parte de periodismo. El curso no lo terminé por el tema de la pandemia.
¿En la pandemia no podías viajar a ningún lado, ahí se cortó?
No, empecé a viajar a los 10 días que salieron los permisos de telecomunicación. Fue un gran conflicto la página, porque la gente veía que yo viajaba, pero yo lo hacía por necesidad de la gente. En la pandemia la gente no podía salir y había pueblos que por ahí no andaba el teléfono y estaban incomunicados.
Yo llegaba porque tenía permisos de telecomunicación y, bueno, era algo necesario que tenía que hacer
Claro, estabas en la actividad esencial en esa época
Exacto, la gente veía que yo subía fotos y viajaba y bueno, imagínate en esa época que la gente estaba muy caldeada.
¿Qué fue lo que más te impresionó, lo que más te dolió? O alguna anécdota que quieras contarme que todavía te sigue quedando
Lo que más me impresiona es ver tantos pueblos que la gente no conoce, que son tan lindos, la arquitectura y casas… por ahí lo que me desilusiona es ver casas abandonadas, pueblos abandonados tan lindos. La mayoría de esos pueblos nacieron con el paso del ferrocarril y murieron cuando se clausuró la red ferroviaria. Ver una estación abandonada, ver una casa sin techo, un pueblo que las calles se van cubriendo de pasto, de rama, como que está volviendo a lo que era antes. Es muy triste eso.
¿Y lo más lindo?
Lo más lindo, es agarrar la ruta para mí. Por más que esté cansado, no me importa, salgo a la ruta, al campo. Obviamente con precaución, cuando estoy cansado paro. Es llegar a los pueblos y encontrarte con la gente que hoy la visito cada 3 o 4 meses, que te reciban con los brazos abiertos.
Y una frase que digo siempre es, como todos los marineros tienen un amor en cada puerto, yo tengo un amigo en cada pueblo.
Y la última pregunta es, ¿Cuál es el proyecto a futuro? ¿Vas a seguir hasta que tengas el trabajo?
Mi idea es, mientras esté en el trabajo y que pueda seguir viajando, seguir haciéndolo. Y bueno, más adelante cuando sea grande y me jubile, recorrer el país.
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