El gobernador Axel Kicillof encabezó el inicio del ciclo lectivo en la provincia de Buenos Aires con la inauguración de un nuevo edificio para la Escuela Secundaria N°1 de Castelli. Lo acompañaron el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, y el intendente local, Francisco Echarren. Entre discursos sobre la importancia de la educación y críticas al Gobierno nacional, un inesperado protagonista irrumpió en la escena: un perro.

Mientras Sileoni hablaba sobre la falta de compromiso del Estado nacional con la educación, el animal comenzó a ladrar con insistencia. La situación captó la atención de los presentes, en especial de los estudiantes que se dieron vuelta para ver qué ocurría. "Bueno, sin perro no hay acto bonaerense, así que está bien", bromeó Sileoni, restando importancia al incidente. Y agregó con una sonrisa: "En general no son tan ariscos como este, pero bueno, el perro forma parte del paisaje. Un aplauso al perro", mientras la audiencia celebraba el momento.

La escena se volvió aún más llamativa por la devoción del presidente Javier Milei por sus perros. Tras ganar las elecciones de 2023, el mandatario agradeció públicamente a sus "hijos de cuatro patas", los mastines ingleses que considera parte de su familia. Su perro más querido, Conan, fallecido en 2017, incluso se hizo famoso por inspirar su espiritualidad y sus decisiones personales.

Más allá de la interrupción canina, Sileoni remarcó la necesidad de que el Estado garantice la educación pública y lamentó la falta de apoyo del Gobierno nacional. "Si el Estado no cumple los sueños de la sociedad, ¿quién lo hará?", se preguntó el funcionario, destacando que la escuela inaugurada en Castelli “no es un lujo, sino un derecho fundamental”.