Tensión en TV: así reaccionó el titular de una cooperativa de Merlo cuando le preguntaron por la "corrupción en el FISU"
La entrevista fue realizada por el periodista Luis Gasulla y emitida en el programa La Cornisa de LN+. Fue en medio de un informe por denuncias de vecinos de Pontevedra que aseguran haber pagado por terrenos con servicios que nunca recibieron. Qué pasó cuando el cronista se enfrentó cara a cara con uno de los responsables del escándalo.
El caso se dio a conocer anoche en el programa La Cornisa de Luis Majul e involucra presuntos vínculos entre el movimiento social de Juan Grabois y cooperativas. Los vecinos de un barrio de Merlo denunciaron haber pagado por terrenos con servicios que nunca recibieron. La situación afecta a familias adjudicadas de lotes en un barrio, quienes, a través de la Cooperativa de Vivienda Chacabuco, pagaron una mensualidad de 3000 pesos por un terreno que, según denuncian, nunca fue entregado con los servicios prometidos.
Según el informe televisivo, el escándalo tiene su origen en un convenio firmado en 2021 entre la cooperativa Darío Santillán, vinculada a Grabois, y el FISU (Fondo de Integración Socio Urbana), que era conducido por Fernanda Miño y tenía como objetivo la construcción de infraestructura básica para los lotes en Merlo. Según el expediente oficial, la cooperativa debía encargarse de construir calles, veredas, cunetas, redes de agua y electricidad, además de otros servicios, con una inversión total de 173 millones de pesos. Sin embargo, los vecinos afirman que, a casi tres años de la firma del acuerdo, las obras siguen sin finalizar.
El presidente de la cooperativa Chacabuco, Rodrigo Alonso, admitió en una entrevista con el periodista Luis Gasulla que existe una relación directa entre la cooperativa que cobra a los vecinos y la cooperativa encargada de las obras. Sin embargo, no supo explicar por qué los residentes siguen pagando, mientras que los servicios y el lote prometido aún no han sido entregados.
El acuerdo fue firmado en 2021 por un total de 1.715.120 dólares, con la promesa de una rápida ejecución de las obras. Sin embargo, a pesar de que la cooperativa afirma que el avance de la construcción es superior al 85%, las obras están paralizadas. Los vecinos denuncian la falta de presión de agua, instalaciones eléctricas precarias y la ausencia de infraestructura básica como calles asfaltadas y espacios verdes.
En noviembre de 2024, el único lugar que parece estar habitado en el barrio es la sede de la cooperativa Darío Santillán, que funciona como un centro partidario de la Unión de Trabajadores Excluidos, la agrupación vinculada a Grabois. A pesar de las denuncias, las autoridades locales y nacionales aún no han tomado medidas significativas para resolver la situación.
Tras la emisión del informe, el propio Gasulla publicó en sus redes sociales un fuerte cuestionamiento sobre el caso: "El presidente de la cooperativa de vivienda Chacabuco admite que son los mismos que la cooperativa Darío Santillán. La primera le cobra a los vecinos por un lote de tierra. La segunda tenía que construir los lotes por 173 millones de pesos en 2021. Otro curro del FISU de Miño y Grabois. ¿Alguien dirá algo?, escribió en X.
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