“Le dejo una nota, bah no sé si lee”: respondió el Instituto Cultural a Villarruel tras las críticas a los libros de ESI
Florencia Saintout, a cargo de la entidad bonaerense, cruzó duramente a la Vicepresidenta. Los argumentos de su defensa.
Luego de que la Vicepresidenta, Victoria Villarruel, se metiera en la polémica por los libros de Educación Sexual Integral (ESI) que forman parte de las bibliotecas de las escuelas bonaerenses, la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, Florencia Saintout, le respondió: “No vamos a permitir censura a la cultura".
Cabe recordar que la funcionaria nacional repudió enérgicamente el contenido de la bibliografía y dijo: “Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse. ¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡Con los chicos no!”.
En este marco, Saintout la cruzó: “Sra Vicepresidenta. El texto que usted publica como "inmoralidad" es de Dolores Reyes, escritora premiada internacionalmente. Usted debe dedicarse a gobernar por el bien común (incluye reconocer la buena literatura)”.
“Mientras el gobierno provincial tiene un Plan de Promoción del libro y la lectura, el gobierno nacional no entregó un solo libro en las escuelas. A qué le tienen miedo? A qué los pibes lean?piensen?”, continuó.
Y para cerrar, con el #LaCensuraNoEsCultura, la exdecana de la facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata, invitó a Villarruel a leer un artículo periodístico, en un tono cargado de ironía: “Le dejo una notita, bah no sé si lee”.
La nota referida por la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, pertenece a la periodista Flor Alcaraz y se titula, “Libros y adultocentrismo conservador: polémica por “escenas de sexo explícito” en materiales escolares”.
En el desarrollo, la autora reflexiona sobre su experiencia personal con la literatura en su adolescencia, recordando cómo leyó textos que incluían violencia y sexualidad, tales como "El matadero" de Esteban Echeverría, (que formó parte de la currícula obligatoria en sus años de estudiante), "Nunca más" y "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.
Continúa relatando que estos textos la hicieron consciente de la violencia y el daño que puede sufrir el cuerpo humano y cuenta que se encontró con escenas que no pudo terminar de comprender y a las que, en ese momento, no pudo ponerle las etiquetas de violación.
Luego, se refiere al debate actual en torno a la inclusión de libros en los espacios educativos de la Provincia destinados al nivel secundario y superior y argumenta que tienen “el objetivo de abordar temas de género, identidad y relaciones interpersonales”.
Asimismo, refiere que esta bibliografía constituye una herramienta pedagógica valiosa para abordar la Educación Sexual Integral y promover la mirada crítica en los jóvenes. Considera que la oposición a estos libros es fruto del pánico sexual y el adultocentrismo.
En resumen, la autora defiende la importancia de la literatura para abordar temas complejos y promover la conciencia crítica en los jóvenes, y cuestiona la censura y la oposición a la ESI a la que defiende como un camino de conversaciones para que los adolescentes no busquen otras rutas para comprender esos temas.
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