Polémica por los libros de ESI: "A los 12 años pueden ir presos, pero a los 17 no pueden leer este libro”, dijo Sileoni
La bibliografía forma parte de la colección "Identidades Bonaerenses". Las obras no son material de lectura obligatorio para alumnos y no están incluídas en la currícula de Educación Sexual Integral. "Estos libros van a las bibliotecas de las escuelas", aclaró el funcionario.
El director general de Cultura y Educación de la Provincia, Alberto Sileoni, respondió a las acusaciones sobre “sexualizar” a los alumnos lanzadas desde la oposición y que tomaron un renovado impulso luego de las declaraciones de la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Los denominados “libros de ESI”, en referencia a la currícula de Educación Sexual Integral, forman parte de una compra que hace la Provincia en el marco del Plan Provincial de Lecturas y Escrituras, destinados a las bibliotecas de los establecimientos educativos. La colección en cuestión consta de 108 obras dirigidas al nivel secundario y 122 para el nivel superior.
En diálogo con Radio 750, Alberto Sileoni rechazó las acusaciones, señalando la falta de fundamento y la mala intención detrás de la denuncia: “No, nosotros no somos provocadores, somos educadores. No son libros para educación sexual, forman parte de una colección llamada Identidades Bonaerenses”.
Enmarcada dentro del Plan Provincial de Lectura y Escritura, el compendio reúne diversas obras literarias y discursivas que se identifican con el territorio de la Provincia, sus ambientes heterogéneos, sus distintos territorios físicos y simbólicos, sus prácticas culturales, y contribuye de esta manera al fortalecimiento de la construcción de una identidad bonaerense.
En ese marco, Sileoni aclaró: “Me gustaría que hagan un esfuerzo de comprensión. Estos libros van a las bibliotecas de las escuelas, no se obliga a los estudiantes a leerlos. Son herramientas de apoyo para los docentes, que abren un mundo al que muchos chicos no tienen acceso”.
“Tenemos 1.700.000 estudiantes en el nivel secundario y muchos no pueden comprar libros. Algunos sectores no comprenden la mirada que propone el arte y, de un libro de 170 páginas, sacan solo un fragmento”, se quejó el titular de la cartera educativa bonaerense.
En respuesta a la denuncia sobre la “sexualización” de los estudiantes, explicó: “Los libros incluyen una guía detallada. Algunos llevan una inscripción que los dirige a chicos de 15 años en adelante y otros, con temáticas más complejas, van a la secundaria orientada”.
“Ofrecemos literatura de calidad con sugerencias específicas y acompañamiento docente. Los libros se destinan a la secundaria orientada”, subrayó el funcionario provincial haciendo hincapié en que no forman parte de la currícula de ESI.
“Es paradójico: a los 12 años pueden ir presos, pero a los 17 no pueden leer este libro”, deslizó Sileoni, en referencia a la postura punitivista de sectores libertarios que abogan por la baja en la edad de imputabilidad.
“Dicen que estos libros alientan la sexualidad, pero es lo opuesto: se trata de trabajar con el mejor adulto posible después de la familia, el docente. Y, en muchos casos, es el primero, porque algunos chicos aún no pueden hablar de estas cosas con sus padres”, concluyó Sileoni.
En qué consiste el Plan Provincial de Lecturas y Escrituras
El Plan Provincial de Lecturas y Escrituras promueve la centralidad de la lectura y la escritura en todo el sistema educativo provincial, orientando sus acciones a garantizar el acceso a este derecho fundamental para la inclusión social y el desarrollo cultural de las y los ciudadanos que forman parte de una sociedad democrática, según se detalla en el sitio oficial.
Asimismo se detalla que tiene como propósito crear espacios para la reflexión sobre las prácticas escolares de lecturas y escrituras, con el fin de acompañar, intensificar y profundizar prácticas lectoras y escritoras; fortaleciendo el rol de las y los mediadores docentes, bibliotecarias y bibliotecarios; para ello articula acciones con los distintos niveles y modalidades del sistema educativo provincial y con el Plan Nacional de Lecturas
En cuanto al valor de la colección bibliográfica, el área coordinada por Paola Davico expresa que leer supone pensar, atribuir sentidos y tomar posición frente a lo que se lee. La formación de lectores es un proceso que requiere de tiempo, de prácticas sostenidas, que contemplen propuestas con mayor grado de complejización y profundización en torno a leer, escribir y hablar de lo que se lee; y la escuela es el ámbito privilegiado para que esto suceda.
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