Un mes sin Fernando: Reflexiones en torno a la justicia y al tratamiento mediático
Pasaron 30 días de aquel fatídico 18 de enero. La sociedad se conmocionó ante el asesinato del joven en Villa Gesell y reaccionó en búsqueda de impartir justicia aunque todavia no se establecieron las responsabilidades ni hubo condena por parte de los jueces. No se está defendiendo a los imputados del caso sino simplemente describiendo lo que está sucediendo. Los medios de comunicación, guiados por la lógica económica del rating, buscan "explotar" el tema haya o no información.
Por Ramiro Pablo Gómez
El asesinato de Fernando Báez Sosa ocupa horas televisivas y ríos de tintas en los medios gráficos con los detalles del caso, quien fue o hubiera sido el joven que perdió la vida, el llanto de los padres, el desconsuelo de la novia, la reconstrucción de la reconstrucción, el morbo como incentivo al consumo, el repudio generalizado y las consecuencias de toda la “pelota” mediática sobre el conjunto de la sociedad.
Por un lado, es sano que los argentinos se comprometan ante una injusticia como la sucedida y ayuden a reparar lo que ya no se puede pero, por otro lado, ninguna persona que este conmocionada puede reaccionar de una manera reflexiva, y quizás, pueda cometer errores en este camino de aprendizaje.
En estos días la versión sobre el rugbier 11 empezó a circular y algunos medios señalaron al hijo del intendente de Zárate, Osvaldo Caffaro, como posible sospechoso. Lo cierto es que no hay ninguna certeza de aquello, ningún abogado lo nombró y se trataría de una Fake News pero la condena y la viralización ya comenzó.
Los hechos que conmocionan a una sociedad deben ser “aprovechados” para generar cambios positivos en la misma. No se trata solo de buscar justicia por Fernando, sino de evitar repetir errores e interpelarse individual y colectivamente para comprometerse y reconocerse como parte de un cuerpo social imperfecto.
El impacto mediático del caso Fernando Báez Sosa ha provocado una reacción de la sociedad argentina en búsqueda de justicia pero este no fue el primer caso de un homicidio injusto. La reacción social se debe naturalizar ante estos hechos sin importar el extracto social de la víctima y sus participantes ni espectacularidad de los medios de comunicación guiados por la lógica del rating.
El periodista Paulo Vilouta, del programa televisivo Intratables (América TV) dijo en una entrevista con Ezequiel Guazzora que “nosotros trabajamos en base a rating” en relación a los temas que tratan con formato de panelistas. El caso de Fernando Báez Sosa ocupa su pantalla a diario. La pregunta es hasta cuándo o de que manera se debe “exprimir” un tema delicado como este. ¿Está informando ese medio a la sociedad o la lógica del negocio del rating es perjudicial para el tratamiento de estos temas?
Los medios de comunicación atraviesan un peligroso límite cuando la elección de un tema y la forma de tratarlo no responden a los fines informativos sino a la multiplicación de televidentes o lectores de un diario. Eso implica que ese tema será difundido haya o no información relevante, y además, que otros problemas no tendrán espacio ni lograrán impacto social simplemente porque no son los que más venden.
Deseamos que los culpables sean juzgados con el peso de la ley y que la sociedad argentina de un paso adelante en el compromiso para erradicar la violencia en todos sus niveles.
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