Balance de las cuatro ediciones del PreViaje: Una política de Estado que debe continuar
Se fue la última edición del PreViaje. La incertidumbre electoral no permite anticipar si esta política pública va a continuar o quedará en el olvido. Fue lanzada en 2020, 2021, 2022 y 2023 ante la crisis del sector turístico. Las primeras fueron ejecutadas de manera excelente pero las otras dos tuvieron notables fallas en su implementación. De qué manera debería seguir y por qué.
Por Ramiro Pablo Gómez - Twitter
Se terminó la última edición de una de las políticas públicas más interesantes del gobierno nacional, el PreViaje. Este 2023 hay elecciones nacionales y nadie puede asegurar que se vuelva a repetir. Repasamos las cuatro ediciones con sus aspectos positivos y negativos.
Recordamos que el PreViaje reintegra el 50% de lo gastado o el 70% para afiliados de PAMI en paquetes turísticos para reinventir en el sector. Se podían adquirir paquetes, hotelería, ticket de bus o avión, excursiones y reinvertir el dinero en este tipo de productos o restaurantes, bares, artesanías y toda la cadena de producción turística.
PreViaje 1 y 2, las mejores ediciones
Una política pública es efectiva si está correctamente diagramada e implementada. Esto sucedió en las primeras dos ediciones que fueron lanzadas en pandemia para ayudar al sector turístico que transitaba la peor crisis de su historia.
PreViaje 1
Fue lanzado el 21 de septiembre del 2020 para estimular la temporada alta y el tope de devolución por persona fue de 100 mil pesos. Se podían adquirir paquetes turísticos entre septiembre y diciembre (casi cuatro meses de ventana de compras) para viajar en enero, febrero o marzo.
El crédito generado se podía utilizar desde la fecha del viaje hasta diciembre 2022, un año de plazo.
En total, se cargaron 262.053 comprobantes por un total de $10.010,7 millones.
PreViaje 2
Fue lanzado el 12 de agosto del 2021 para estimular el último tramo de la temporada baja y la alta mientras que el tope de devolución por persona fue nuevamente de 100 mil pesos. Se podían adquirir paquetes turísticos entre agosto y diciembre (casi cinco meses de ventana de compras) para viajar en noviembre, diciembre enero y febrero.
El crédito generado se podía gastar desde la fecha del viaje hasta diciembre 2022, más de un año de plazo.
La segunda edición fue la de mayor tamaño, con un total de 2.032.282 comprobantes por $98.864,5 millones.
PreViaje 3 y 4, las más acotadas y peor implementadas
La tercera edición se lanzó con demoras y poca previsibilidad para el sector turístico. La ventana de compras duró menos de dos semanas dado que arrancó el 11 de septiembre del 2022 e iba a durar hasta el 18 del mismo mes pero se cortó tres días antes, sin previo aviso, porque se agotó el crédito.
Los paquetes turísticos adquiridos podían utilizarse del 10 de octubre al 5 de diciembre, solo dos meses, y el crédito generado debía ser reutilizado con fecha tope hasta diciembre del 2022. Prácticamente, en el mismo periodo y fuera de temporada alta.
El tope de reintegro, con inflación mediante, fue de 70 mil pesos, menos que la edicion 1 y 2.
Se cargaron 430.885 comprobantes y la facturación fue de $25.793,7 millones.
La cuarta edición fue la más acotada y tuvo una ventana de compras menor a una semana (entre el 19 y 25 de abril del 2023) para viajar entre el 24 de mayo y el 30 de junio, casi un mes. El crédito generado se puede gastar desde la fecha del viaje hasta el 31 de octubre del 2023. Este límite es comprensible porque hay elecciones nacionales. En tanto, el tope de reintegro fue nuevamente de 70 mil pesos.
En esta edición le agregaron un asterisco por el papelón sucedido en el PreViaje3 que terminó antes de los anunciado y de manera abrupta. El * dice que si se termina el crédito total disponible, finaliza el PreViaje 4. En esta ocasión pusieron un contador en tiempo real donde cualquiera podía ver el porcentaje de crédito gastado.
En esta última edición el monto total cargado fue de $31.296.401.545,77 y no se llegó a gastar el crédito disponible que alcanzó el 87%.Si terminan el PreViaje cuando se acaba el crédito ¿Por qué no lo estiran si queda un 13%?
Estas dos ediciones comparten una ejecución deficiente por parte del gobierno nacional. En ambas se retrasó la fecha de lanzamiento y se acotó el plazo para compra y viaje. Esto provocó que los paquetes con aéreos suban más de lo habitual dado que los pasajeros pretendían viajar en un plazo muy acotado. Los valores de los vuelos, y por lo tanto de los paquetes, llegaron a duplicar o triplicar su valor habitual.
Además, los operadores turísticos que suelen pre comprar cupos aéreos (asientos en los aviones) para fechas claves no pudieron prever esta situación porque el gobierno no comunicó previamente el lanzamiento sino que lo anunció de la noche a la mañana y con un retraso superior al mes. Lo que permite esa pre compra es mantener paquetes turísticos a precios razonables dado que al estar los boletos ya adquiridos no aumentan su valor. No fue posible hacerlo en las ediciones 3 y 4.
Para colmo, el ministerio de turismo anunció un acuerdo de precios con el sector hotelero que no fue respetado por una infinidad de hoteles. Desde LaNoticia1.com hicimos un relevamiento y los valores hasta cuadruplicaban ese supuesto acuerdo.
Otro problema de las últimas dos ediciones es que la ventana de compras fue muy acotada. Esto llevó a que los ciudadanos argentinos no puedan prever con antelación la posibilidad de viajar y las agencias de viajes tuvieron que efectuar las operaciones de venta en tiempo récord. Vender, confirmar el paquete, facturar, y por si fuera poco, ayudar a los pasajeros a cargar las facturas dado que no todos saben hacerlo.
Otro punto negativo es que las ediciones 3 y 4 se lanzaron tardíamente. Por ejemplo la cuarta iba a arrancar en marzo y empezó a mediados de abril. Esto paró la venta turística dado que los pasajeros esperaban el anuncio del PreViaje y no compraban. Lo mismo sucedió en la tercera edición.
En síntesis, retraso en lanzamientos, tiempo acotado para comprar y viajar, precios caros, venta congelada, reintegro menor y problemas operativos del sector turístico. Un trastorno generalizado.
¿PreViaje si o no?
PreViaje sí, pero bien implementado como en las primeras dos ediciones. Debería ser una política de Estado más allá del gobierno que asuma dado que beneficia al sector turístico nacional (agencias de viajes, receptivos, gastronomía, venta artesanal, transporte) y a los ciudadanos argentinos que recorren su país.
Además, lugares no turísticos tienen la posibilidad de ser vidriera dado que al anotarse en PreViaje el pasajero puede buscar alojamiento en casi cualquier localidad del país.
Es una política que si bien implica una inversión de dinero por parte del Estado también obliga a facturar al sector turístico y, de esa manera, ingresan a las arcas estatales un dinero extra que compensa en parte esa inversión.
El Vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, le había dicho a LaNoticia1.com tras la primera edición del PreViaje:
“La Cámara Argentina de Turismo está pidiendo que el Pre Viaje quede fijo para siempre, es decir, que todos los años tengas este programa. El Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación lo va a presentar en un proyecto de ley”
Este proyecto nunca se presentó y la continuidad del PreViaje depende de la “voluntad” política de turno.
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